La República Checa detectó el pasado mes de septiembre una mutación del virus SARS-CoV-2, que no se sabe aún si tiene que ver con la nueva variante registrada en el Reino Unido, pero que podría explicar el fuerte impacto de la segunda oleada de la pandemia en el país centroeuropeo.

“No sé exactamente qué mutación se propaga en Gran Bretaña, pero nosotros en septiembre descubrimos una nueva variante del coronavirus SARS-CoV-2 en varios brotes en la ciudad de Praga”, aseguró Helena Jirincová, jefa del Laboratorio Nacional de Referencia, en declaraciones que publicó ayer el diario Pravo.