El Senado de Argentina aprobó ayer la legalización y despenalización del aborto en el país, tras varias horas de debate y una votación muy ajustada en la que finalmente los partidarios del proyecto de ley que permite la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 14 semanas han recabado los apoyos necesarios.

Miles de mujeres salieron a las calles a celebrar el avance y un batalla de décadas para que quienes deciden interrumpir su embarazo puedan hacerlo de forma legal, segura y gratuita en el sistema de salud.

Hasta ahora, la ley vigente desde el año 1921 consideraba el aborto un delito excepto en caso de violación o riesgo para la vida de la madre. Argentina se coloca así a la vanguardia en América Latina con la legalización del aborto, un reclamo por el que han luchado desde hace décadas los movimientos feministas en el país austral y que se ha convertido en realidad a punto de finalizar este año 2020.

Argentina se convierte de este modo en el primer país grande de Sudamérica en permitir que las mujeres decidan sobre sus cuerpos y si quieren o no ser madres, como ya hicieron antes otros estados como Uruguay, Cuba, Guyana y Guayana francesa. En los demás, hay restricciones totales o parciales.