La eficiencia en la realización de las habituales pruebas de daltonismo se puede mejorar con el uso de lentes con diferentes filtros de color para cada ojo, pero a costa de una pérdida de contraste de la imagen. Esta es una de las conclusiones a las que llegan los investigadores de la USC Javier González Pérez y Eloy Rodríguez Daporta, de la Facultad de Óptica y Optometría, junto a Jorge Mira Pérez, de la Facultad de Física, en un estudio que acaba de ser publicado en la revista Optometry and Vision Science y en el que analizan una estrategia de mejora para las personas afectadas por esta enfermedad que se manifiesta, mayoritariamente, en la dificultad de distinguir los colores verde y rojo.

“Las estrategias de mejora se basan, primero, en identificar el color en el que la persona se ve afectada (rojo o verde) y luego en hacer un filtro que reduzca la transmisión de longitudes de onda alrededor de la zona confusa de color, diferente para cada ojo (filtros haploscópicos)”, explican los investigadores. Esta es la base de las llamadas “gafas para daltónicos” que se interponen para paliar los efectos de este trastorno. Tras analizar un caso clínico durante dos meses, los investigadores concluyeron que su mejora en la realización de las pruebas de color fue del 60% con filtros haploscópicos. Sin embargo, encontraron que las posibles mejoras también implican perder la sensibilidad al contraste en la imagen, “debido a la reducción de la luz que es absorbida por los filtros”, dicen.