Cataluña vuelve hacia atrás e impondrá nuevas restricciones para tratar de frenar una pandemia desbocada. Desde el jueves (después de Reyes) y durante 10 días habrá un confinamiento municipal que incluye la prohibición de ir a segundas residencias y de visitar familiares, a no ser que sea para cuidarlos.

Se clausuran las grandes superficies comerciales y solo podrán abrir establecimientos de menos de 400 metros cuadrados. Los fines de semana cerrará todo el comercio, excepto los servicios esenciales, como las farmacias o las tiendas de alimentación.

Solo se permiten las actividades al aire libre y se suspenden las extraescolares (salvo las que se hagan en grupos burbuja) y de ocio infantil. Las escuelas abrirán como estaba previsto, el lunes 11 de enero. Pero las actividades deportivas solo estarán permitidas si se realizan al aire libre, lo que supone el cierre de los gimnasios, aunque no así de las piscinas. Por el contrario, la restauración y la cultura, sectores muy sacudidos por la crisis económica derivada del covid, se quedan como hasta ahora: bares y restaurantes seguirán abriendo, al 30% de aforo, de 7.30 a 9.30 y de 13 a 15 horas, y cines, museos, teatros, auditorios o salas de exposiciones, con un aforo del 50%.

En la línea de Cataluña, otras comunidades informaron en el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), presidido por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, de que barajan endurecer las medidas contra el COVID como, por ejemplo, adelantando los toques de queda.

Además, y según informaron a Europa Press fuentes conocedoras de la reunión, algunas pretenden cerrar grandes superficies y sólo abrir el pequeño comercio (menos de 400 metros), y establecer en el 30% como máximo el aforo en el interior de los bares, así como realizar más cierres perimetrales. No obstante, durante el encuentro se ha puesto de manifiesto que el crecimiento de los contagios se está produciendo a un ritmo “algo menor” de lo esperado, manteniéndose actualmente la incidencia por debajo de los 300 casos por 100.000 habitantes.