Una trabajadora de una residencia de mayores de Burela, en la provincia de Lugo, y un usuario dieron positivo en infección por COVID-19 tras recibir la primera dosis de la vacuna aunque la Consellería de Sanidade descarta que sea “un efecto adverso” del fármaco. Antes de la inoculación ambos habían arrojado un resultado negativo.

En el caso de la empleada, que está ingresada pero estable, Sanidade señaló que parece que se ha contagiado en su entorno próximo, pues hay varios infectados en su círculo familiar y social.

Fuentes del departamento que dirige Julio García Comesaña explicaron que antes de la inoculación ambos habían arrojado un resultado negativo. Este fue el diagnóstico en la prueba que se les realizó apenas un día y medio antes de la inyección.