En tiempos de pandemia, prácticamente no hay más virus que el SARS-CoV-2. En las consultas de pediatría de los centros de salud lo notan a diario y en las urgencias hospitalarias el efecto es evidente. Noviembre acostumbraba a ser el mes que marcaba el inicio de la temporada de bronquiolitis, la infección respiratoria infantil por excelencia. Hay varios virus que la causan, pero el que suele traer de cabeza a los padres y masifica los servicios de urgencias durante el invierno es el virus respiratorio sincitial (VRS). En este año de mascarillas generalizadas, sin embargo, apenas está circulando.

“A nivel de urgencias, es como si estuviésemos en el mes de agosto. Apenas se está viendo la patología respiratoria que correspondería a esta estación. No hay bronquiolitis, ni exacerbaciones de asma. Los compañeros que hacen las guardias están viviendo una situación, por así decirlo, ‘idílica’. Atienden golpes, algún accidentado, pero dolencias respiratorias, e incluso digestivas asociadas a virus, como diarreas o enterocolitis, tampoco se están viendo”, asegura el responsable de la Unidad de Neumología Pediátrica del Hospital Materno Infantil Teresa Herrera, Josep Sirvent, quien asegura que la insólita situación que se está viviendo en estas primeras semanas del invierno en el centro de As Xubias de Abaixo “evidencia dos cosas”. “Por un lado, que la campaña de vacunación contra la gripe —que la Xunta ha prolongado hasta el próximo día 16— ha tenido un éxito sin precedentes. Se ha vacunado muchísima más gente que otros años, hasta el punto de que en determinados momentos llegó a haber problemas de suministro de dosis. Por otro, que los profesores y los propios niños han hecho las cosas muy bien en los centros escolares, cumpliendo las medidas de protección frente al COVID —uso de mascarilla, higiene de manos y distancia física, fundamentalmente—. Esto está dando como resultado que la cifra de contagios de SARS-CoV-2 entre la población infantil sea limitada, y a su vez repercute en que la patología respiratoria y de tipo infeccioso, en general, esté en mínimos”, remarca.

El doctor Sirvent reconoce que entre pediatras y neumólogos había cierto temor a que el inicio del curso escolar disparase los contagios de SARS-CoV-2 entre la población infantil, una circunstancia que hasta ahora no se está dando. “No nos preocupaba que hubiese casos de bronquiolitis en noviembre y diciembre, como sucede todos los años, pero sí nos inquietaba bastante que al empezar las clases se incrementasen las infecciones por COVID en niños, sobre todo, porque ciertas medidas de protección, como la distancia física, se pueden cumplir hasta cierto punto, ya que algunos centros educativos de las ciudades están bastante masificados”, apunta el responsable de la Unidad de Neumología Pediátrica de Materno. Hasta ahora, sin embargo, no ha sido así. “Durante el primer trimestre, la población infantil desarrolló el curso escolar con bastante normalidad dentro de lo que cabe, y con una incidencia de la pandemia realmente muy bien contenida”, reitera el experto.

Los casos de niños con COVID que han llegado al Materno, asegura el doctor Sirvent, han sido “totalmente anecdóticos, habas contadas”. “Parece quedar claro que por cuestiones de inmunidad cruzada y de formación de la inmunidad, los niños no son, en principio, pacientes de potencial gravedad en caso de infectarse con el SARS-CoV-2. Nos constan positivos en niños, pero ni siquiera entre mis pacientes, que sufren otras patologías respiratorias, se han registrado casos graves. De hecho, a 20 de diciembre no se había reportado ninguna infección por COVID en afectados por fibrosis quística, que es la enfermedad respiratoria paradigmática de gravedad en la infancia. Y a nivel nacional, solo 55, entre un colectivo que ronda los 2.500 enfermos”, señala.

Y si los casos de niños con COVID que llegan al hospital son “anecdóticos”, los de pequeños con bronquiolitis resultan prácticamente inexistentes. “El virus respiratorio sincitial (VRS), principal causante de bronquiolitis, ha llegado a suponer más de un centenar de ingresos en nuestra Unidad de Lactantes entre noviembre y marzo. En ocasiones hubo que recurrir, incluso, a cunas suplementarias porque las habituales estaban ocupadas por pequeños afectados por esa enfermedad. Este año, sin embargo, apenas hay pacientes hospitalizados. No por patología respiratoria, en conjunto. Se puede decir que las urgencias están prácticamente a cero en lo que a ese tipo de dolencias se refiere”, incide el responsable de la Unidad de Neumología Pediátrica del hospital coruñés.

Josep Sirvent | Responsable de la Unidad de Neumología Pediátrica del Materno

“Utilizar mascarilla en determinadas épocas del año debería extenderse más allá de esta pandemia”  

“El inicio de la campaña de vacunación contra el COVID no debe suponer una relajación de las medidas de contención de la pandemia: uso de mascarilla, lavado frecuente de manos, distancia física… Es evidente que no se va a poder vacunar a toda la población de la noche a la mañana. Ojalá se pudiese hacer así, y conseguir la inmunidad de rebaño de la que tanto se habla para que la situación cambiase de manera drástica. Pero hay que realistas y eso va a llevar un tiempo. Y mientras tanto, habrá que continuar como hasta ahora”, avisa el responsable de la Unidad de Neumología Pediátrica del Hospital Materno Infantil Teresa Herrera, Josep Sirvent, quien invita a “sacar algunas enseñanzas” de la situación generada por el SARS-CoV-2. “Ciertas medidas que hemos introducido en nuestro día a día para contener la propagación del COVID, como el uso de mascarilla, se deberían extender más allá de esta pandemia, para contener, por ejemplo, la epidemia de la gripe o los contagios de otros virus que exacerban patologías respiratorias como el asma o la EPOC. En mi opinión, creo que sería positivo que las autoridades sanitarias y los políticos insistiesen en esta cuestión”, sostiene el doctor Sirvent, quien, no obstante, se muestra poco optimista al respecto. “¿Optimista? Vamos a decir que soy realista. Supongo que habrá una mayor concienciación para el uso de estas medidas de cara al futuro, pero que se vayan a generalizar como ahora, en determinadas épocas del año... Sería pensar que lo vamos a hacer demasiado bien”, destaca. El responsable de la Unidad de Neumología Pediátrica del Materno recuerda que la gripe ocasiona todos los años “una mortalidad que no es despreciable”. Sin embargo, advierte, “nos lo tomamos un poco a pitorreo”. “Estoy un poco cansado de escuchar frases del tipo ‘todo el mundo ha pasado alguna gripe’, ‘nadie se muere de una gripe’… No es verdad”, subraya el doctor Sirvent, quien insiste en que las medidas de salud pública “vienen a constatar que es mejor prevenir, que tener que lamentar”, y reitera: “Creo que habrá un aumento del uso de estas medidas en el futuro, pero no soy tan optimista como para pensar que se van a generalizar tanto como en este momento por la situación de la pandemia de COVID”.