La tercera ola de la pandemia de SARS-CoV-2 coge fuerza en el área sanitaria de A Coruña y Cee, que ayer notificó 157 contagios, lo que se traduce en un nuevo positivo cada diez minutos, y volvió a superar el centenar de enfermos con COVID hospitalizados (104). La demarcación coruñesa es ya el área gallega con más infecciones activas, 1.470, un 40% más que hace una semana, cuando apenas se superaba el millar (1.029). Con estos datos sobre la mesa, la Consellería de Sanidade reunirá hoy a su comité clínico para decidir si endurece las actuales restricciones, principalmente en la ciudad de A Coruña y su comarca, en “especial vigilancia” desde el pasado lunes, al igual que Santiago y los municipios de su entorno. Entre las medidas que se debatirán en ese encuentro está limitar la movilidad por franjas de edad, lo que supondría establecer horarios de salida a la calle para que los flujos de gente sean más escalonados. Una idea similar a la que ya se utilizó al comienzo de la primera desescalada, el pasado mes de mayo.

Si el comité clínico decide hoy elevar el nivel de alerta en la ciudad de A Coruña y en los municipios de su comarca es probable que se endurezcan, también, las limitaciones de horario y aforos. Actualmente, se mantiene el cierre perimetral en la almendra coruñesa —a excepción de Oleiros—, la hostelería puede abrir hasta las 23.00 horas y utilizar el “40% del aforo en el interior, y el 50% en el exterior”, y las reuniones están fijadas en un máximo de “seis personas” no convivientes.

El balance diario publicado ayer por Sanidade revela que la incidencia acumulada en la ciudad de A Coruña ronda los 250 casos por cada cien mil habitantes, tras registrar 614 contagios en las últimas dos semanas. Pero no solo empeoró la capital. El municipio de Arteixo supera ese umbral, con 84 nuevos positivos en 14 días; mientras que Culleredo, Oleiros y Cambre se sitúan entre 150 y 250 casos por cada cien mil habitantes a 14 días, con 63, 64 y 39 nuevos positivos, respectivamente, en dos semanas. El concello de Carral continúa aislado del resto y muy afectado, y en el resto del área sanitaria preocupa también la evolución de Vimianzo y sus vecinas Laxe, Dumbría y Camariñas.

Aumenta la incidencia del virus en la calle y también la presión hospitalaria, ya que la cifra de ingresados por COVID volvió a subir ayer, de 97 a 104. En el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) hay 79 enfermos con coronavirus en planta, y 17 en la UCI; en el Modelo, dos en planta y otro en críticos; en el Quirón, uno en planta y otro en la UCI; y en el Hospital Virxe da Xunqueira de Cee se recuperan tres enfermos en una unidad de hospitalización convencional.

“Estamos claramente ante el inicio de la tercera ola de la pandemia de SARS-CoV-2, cuando todavía no se había rebajado lo suficiente la segunda, pues aún teníamos a un número significativo de enfermos con COVID ingresados en el Hospital Universitario, tanto en planta como en UCI. Una tercera ola que, además, nos parece que va a ser muy intensa. Estas dos circunstancias nos tienen muy preocupados”, reconocía hace un par de días el director de Procesos Asistenciales, Antón Fernández, al hacer un diagnóstico sobre la situación de la pandemia en el área sanitaria coruñesa. “El periodo máximo de incubación del SARS-CoV-2 oscila entre 10 y 14 días. Por tanto, los positivos que estamos viendo ahora surgen de relaciones, contactos y transmisiones que se produjeron en ese intervalo, y eso nos mete directamente en Nochebuena y Navidad. Pero es que después vinieron Nochevieja y Año Nuevo y Reyes”, advertía el doctor Fernández. Una idea en la que ayer incidió también Ignacio Ramil, médico internista del Chuac, quien aseguró que los profesionales del complejo coruñés ya detectaron un “cambio de tendencia preocupante” el 18 de diciembre , que ahora se está empezando a confirmar. “El día 24 nos presentamos, a mesa puesta, con una incidencia lanzada por los contactos y las transmisiones del puente de la Constitución. Veníamos de un descenso desde la oleada de noviembre, llegamos a tocar suelo con 325 casos en la semana del 7 al 13 de diciembre, y a partir de ahí, empezamos de nuevo a subir. La semana pasada nos pusimos ya en 700 casos, casi el doble que la anterior, y calculamos que esta semana vamos a detectar entre 1.200 y 1.400 nuevas infecciones en toda el área sanitaria. Y la que viene será igual o peor. Todavía no hemos alcanzado el pico de contagios en la calle, y los de hospitalizaciones e ingresos en UCI aún tardarán más en llegar. Nos esperan uno o dos meses muy duros”, avanzó el especialista.