“Desconozco qué decisiones va a tomar hoy la Xunta tras la reunión del comité clínico, pero cualquier medida que se adopte va a ser más que necesaria desde el punto de vista sanitario. Ya no para resolver la situación, porque muchas de las infecciones que se irán detectando en próximos días ya se han producido, sino para poner un punto a una situación que puede llegar a ser muy grave a nivel hospitalario durante los próximos dos o tres meses. Enero va a ser muy complicado, me temo que febrero también y quizás me quede corto. La resaca de las celebraciones navideñas va a durar tiempo”, advierte Ignacio Ramil, médico internista del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña, (Chuac), quien no descarta que el centro de As Xubias pueda llegar a vivir una situación “similar” a la de la pasada primavera, con ciertas salvedades.

“Pienso que la curva no va a crecer tan rápido como en marzo, aunque en la actualidad hay otro hándicap muy importante, y es que partimos de una saturación hospitalaria bastante marcada ya. En el Chuac hay ocupación de COVID y no COVID, tanto en planta [donde ayer había 79 enfermos con coronavirus ingresados] como en la UCI [17]. Da igual que no lleguemos a alcanzar los 60 enfermos con COVID que hubo en críticos en marzo, porque tendremos un problema muy serio si con el nivel de ocupación actual hubiese que ingresar a 30 o 40 enfermos más con coronavirus graves. No soy experto en gestión hospitalaria, pero las cuentas no salen”, subraya.

Por todo ello, insiste en que cualquier medida que llegue hoy, o en semanas sucesivas, “será imprescindible y más que necesaria para proteger el sistema sanitario”. “Hay que actuar ya si no queremos vernos en la tesitura de tener que priorizar los ingresos en las unidades de críticos”, reitera este internista del Chuac, preocupado también por el hecho de que países europeos como Reino Unido o Irlanda hayan adoptado “medidas más estrictas a las nuestras y con anterioridad a las fechas fiestas navideñas” y, aún así, “hayan precisado decretar un confinamiento total estricto por el colapso hospitalario”. “Una cosa es que se impongan una serie de limitaciones, y otra es cómo cumple esas limitaciones la población y cómo se hacen cumplir. Y eso también habría que analizarlo”, apunta.

Para no vernos abocados a una situación similar, el doctor Ramil insiste en que “ahora mismo es cuando nosotros tenemos que hacer esa vigilancia activa”. “Urge aplicar medidas que controlen la incidencia del virus. Las que sea, si queremos que nuestros niños vayan a las escuelas, y si queremos acudir a nuestros trabajos o, simplemente, a comprar al supermercado de una manera relativamente segura. No se trata solo de no acabar en el hospital; se trata de contribuir a que la sociedad sea segura. Y hay que vigilar activamente cómo se cumplen esas medidas y estar alerta porque, si no se ve mejoría en un determinado periodo de tiempo, puede que haya que ser más estrictos, sin demorarlo demasiado”, sostiene.

En el momento actual, sin embargo, este médico internista del Chuac no ve “necesario” un “confinamiento domiciliario estricto”. “Pero hay que tomar medidas serias, duras y que sean acatadas, y analizar esas medidas y su impacto a corto plazo. Así, si fracasan de una forma contundente, podremos reorientar la situación, porque no sabemos cuánto hay de comportamiento social y cuánto de mayor capacidad del virus en los datos de incidencia actuales, y eso es lo que hay que vigilar”, subraya.

En este contexto, Ignacio Ramil insiste en hacer una llamada a la responsabilidad individual de los ciudadanos. “O se hacen la cosas bien, o nos vamos a ver en una situación muy comprometida. Somos una sociedad de derechos y deberes, pero creo que la balanza entre lo que hacemos y lo que exigimos está descompensada. Tener cierta seguridad en nuestro día a día (a la hora de llevar a nuestros hijos a la escuela, al ir al trabajar...) no nos va a salir gratis, supondrá un esfuerzo”, avisa este facultativo, y continúa: “A mí también me encanta quedar con mis amigos para tomarme unas cañas, pero si no se puede hacer, no lo hago. Los sanitarios llevamos mucho tiempo trabajando en esto, tratando de concienciar a la sociedad y estamos cansados. Cuando llega la hora de la verdad, la gente barre mucho para su casa, en vez de pensar en el bien común. Urge tomar medidas ya, las necesitamos para proteger el sistema sanitario y es fundamental que la ciudadanía responda, porque si no nos vamos a ver en una situación muy comprometida”, concluye.