Los niños no regresarán hoy al colegio en Alemania, después de que las dificultades para atajar la propagación del coronavirus pospusiese la reapertura de las aulas al menos hasta el 31 de enero. La canciller, Angela Merkel, y los jefes de los 16 gobiernos regionales tomaron la decisión el martes, cuando acordaron mantener las restricciones vigentes hasta final de mes e, incluso, endurecer algunas de ellas ante la evolución de la pandemia.

La ministra de Educación, Anja Karliczek, calificó de “simplemente necesarias” estas medidas y subrayó que es “importante” no retomar de inmediato las clases presenciales porque esto contribuye a la reducción de los contactos interpersonales. La decisión, sin embargo, no está siendo aplicada de forma uniforme por los estados federados, que como son los competentes en materia de Educación, están diseñando estrategias individuales en este ámbito dependiendo de la evolución de la pandemia en su territorio y de sus condicionantes socioeconómicos.

Algunos han optado por cancelar todas las clases presenciales hasta final de mes, como Baviera, en parte porque tienen más casos, cuentan con mejores conexiones a internet y un mayor número de familias con sólo uno de los progenitores trabajando fuera de casa.

Otros estados federados, como Berlín, con peores condiciones económicas y un importante porcentaje de familias monoparentales, han propuesto un regreso escalonado a las aulas a lo largo de este mes, con grupos burbuja reducidos.

Ante estas disparidades, Karliczek ha cuestionado la efectividad del sistema federal en materia educativa —abogando por una mayor coordinación y cooperación entre el Gobierno central y los regionales— y el portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert, ha instado a los estados federados a cumplir con lo consensuado entre todos.

Seibert pidió una “implementación consecuente” de lo acordado, apuntó que cualquier “desviación” entorpece la lucha contra la pandemia y señaló que, aunque la educación es una prioridad para el Gobierno central, en estos momentos “no hay otra solución” al cierre de los colegios. “Cualquier alternativa, en términos de la salud del alumnado y el profesorado, sería difícil de explicar”, afirmó el portavoz, que agregó que “en cuanto sean posibles las reaperturas”, las guarderías y los colegios “serán lo primero en reabrir”.

Alemania suma 20.000 casos diarios desde hace dos meses y en las últimas dos semanas ha superado los 1.000 muertos diarios por COVID lo que eleva a 40.000 las víctimas mortales de la pandemia.