Vuelve a haber escasez de vacunas contra la difteria. Así lo avisan pediatras de la comunidad gallega y padres de niños de 6 años que acuden a los centros de salud con sus hijos para ser inmunizados, pero regresan a sus casas sin la dosis puesta. Esta semana, algunas áreas sanitarias y ambulatorios ya empezaron a recibir los fármacos, pero igualmente denuncian haberse encontrado con problemas de suministro desde hace dos meses y hasta hace pocos días. En cambio, la Xunta asegura que no hay ningún problema de estocaje.

La vacuna DTPa protege a los más pequeños contra la difteria, una enfermedad potencialmente grave que forma una capa espesa en la parte posterior de la nariz o la garganta que puede generar dificultades para respirar o tragar. También inmuniza contra el tétanos y la tosferina. Y se dispone a los 6 años de edad, como dosis de recuerdo a otras vacunas inyectadas durante los primeros meses de vida y que, por lo tanto, sirve de refuerzo. Sin embargo, eso está siendo asunto complicado en las últimas semanas en Galicia. Desde la Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria confirman que “ahora mismo, efectivamente, faltan dosis” y hay “desabastecimiento”. Una circunstancia que se alarga “desde hace un par de meses”.

“No hay a nivel gallego”, avisa Amparo Rodríguez, presidenta de la Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria que ejerce en la coruñesa Casa del Mar. Desde la Consellería de Sanidade, sin embargo, transmiten que no hay inconvenientes con las dosis. Aunque médicos de varios centros de salud, consultados por este periódico, también confirmaron haber tenido problemas de avituallamiento en el mes diciembre o incluso antes y hasta hace pocos días, desde cuando ya la han vuelto a recibir con más o menos normalidad. Con tal motivo, y ante la escasez, Amparo Rodríguez manifiesta que la vacuna se está dejando de administrar en los críos de 6 años para “priorizar” las disponibles a la vacunación de mujeres embarazadas, protegiendo así a los recién nacidos frente a esta patología, que puede ser muy grave en niños que aún no hayan iniciado su calendario vacunal. Se trata de una medida similar a la tomada hace tres años, cuando el desabastecimiento del fármaco se debió a problemas de fabricación y afectó a todo el territorio nacional, incluso internacional.

Entonces, el problema se alargó casi tres años. Pero, para esta ocasión, desde la Asociación Galega de Pediatría espera que los inconvenientes se salven en “uno o dos meses como máximo” y se deban solo a atrasos administrativos, debido al colapso de la Administración con la pandemia.

Hace pocas semanas, un estudio del departamento de Inmunología de la Universidad Complutense de Madrid concluyó que la vacuna DTPa puede proteger a los pequeños contra el COVID-19. Una afirmación que poco después fue desmentida y descartada por otros expertos.