Ante el exponencial incremento de casos de coronavirus cuatro comunidades autónomas piden ya al Gobierno central medidas más drásticas para contener la pandemia de COVID. Los gobiernos autonómicos de Andalucía, Murcia, Castilla y León y Asturias reclamaron al Ejecutivo de Pedro Sánchez que contemple las herramientas necesarias para decretar, dado el caso, un confinamiento domiciliario. Sin embargo, desde el Gobierno central descartan, de momento, aplicar esta medida.

“La opción del confinamiento, como siempre, está ahí, y si es necesario lo hacemos”, advirtió el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que, sin embargo, añadió: “Ahora mismo no parece necesario. Veremos en el futuro”.

El actual estado de alarma que rige en el país hasta el mes de mayo no contempla las herramientas necesarias para aplicar este confinamiento domiciliario, por lo que estas autonomías, tres gobernadas por la coalición PP-Cs y una por el PSOE, exigieron al Gobierno que considere la posibilidad de modificar este decreto y dar a las autonomías la posibilidad de confinar a la población si se da el caso.

El primero en plantearlo fue el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. Lo hizo el pasado miércoles tras anunciar que tomará medidas más restrictivas a partir de hoy. El mandatario andaluz consideró que el Gobierno central “debería ir pensando” si hay que ir tomando una medida como la del confinamiento total en el conjunto del territorio español.

Sin embargo, la propuesta de Juanma Moreno fue rechazada ya esa misma tarde en el Consejo Interterritorial de Salud por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que aseguró que, “en estos momentos”, el Ejecutivo no contempla ninguna medida adicional de confinamiento domiciliario.

En ese Consejo Interterritorial de Salud, el consejero de Salud de Asturias, Pablo Fernández, también reclamó al Ejecutivo que se otorgue a las comunidades autónomas la capacidad para poder establecer un confinamiento domiciliario si hiciera falta debido al avance de la pandemia en sus respectivos territorios.

No es la primera vez que el Gobierno de Adrián Barbón pide esta medida restrictiva al Ejecutivo de Pedro Sánchez. En la segunda ola del coronavirus, el mandatario socialista reclamó modificar el decreto del estado de alarma para poder confinar a la población ante el incremento de casos, extremo que también fue rechazado en ese momento por el Ministerio de Sanidad.

A pesar de esta actual negativa del ministro de Sanidad, los Ejecutivos autonómicos de Castilla y León y de Murcia se sumaron ayer a la petición de Andalucía y Asturias y han solicitado al Gobierno central que estudie la posibilidad de aplicar esta medida para contener el avance de la pandemia.

En concreto, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, pidió poner en marcha estas herramientas para decretar un confinamiento domiciliario “breve e intenso”, ya que, según señaló, podría ser necesario “en pocos días” dada la evolución en el número de contagios por el nuevo virus.

Por su parte, el presidente de Murcia, Fernando López Miras, reconoció que el confinamiento domiciliario es una opción “necesaria” y que “tiene que estar sobre la mesa” ante el pico de nuevos casos de coronavirus, por lo que ha demandado al Ejecutivo central que ponga esa herramienta al alcance de las comunidades autónomas.

Otras comunidades, sin embargo, no son partidarias de confinar a la población. En el caso de Galicia, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, explicó ayer que los datos de incidencia del COVID en Galicia no justifican esta medida.Lo hizo durante al anuncio de que debido al avance de la pandemia en la comunidad gallega se aplicaban nuevas restricciones como cerrar la hostelería a las 18.00 horas o limitar las reuniones a cuatro personas.

Y en la Comunidad de Madrid confían en que el “confinamiento meteorológico” obligado por Filomena sirva ya para contener los contagios.

España ya duplica el nivel de riesgo extremo

El ritmo de contagios en España está disparado. Sanidad notificó ayer 35.878 nuevos positivos de COVID-19, con lo que la cifra de infectados asciende ya a un total de 2.211.967 y la de muertes suma 53.079, lo que supone un incremento de 201 fallecidos. Los datos son desalentadores. La incidencia acumulada en catorce días llega a 522,7 por 100.000 habitantes, lo que duplica el nivel de riesgo extremo fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de 250. Según los datos facilitados por las comunidades autónomas a Sanidad, hay ingresados 18.924 enfermos de COVID (709 más que el miércoles), lo que se traduce en una ocupación hospitalaria del 15,14%, mientras que en las UCIs es del 28,46%, un punto más que el día anterior. El director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, admite que la incidencia de estos 14 días se sigue manteniendo alta “con el peso de estas últimas semanas” si bien valoró que la velocidad del incremento se ha estabilizado en un aumento de 26-28 puntos en los últimos dos días. “Esperemos que este incremento se mantenga y se vaya reduciendo progresivamente en estas semanas”, subrayó . Sobre la ocupación de camas hospitalarias, Simón reconoció que la situación es “complicada” y el aumento ha sido muy rápido. El epidemiólogo se refirió al “cambio significativo de tendencia” en muchas comunidades autónomas entre el 8 y 9 de enero “con periodos de transmisión muy cortos, aproximadamente una semana”, que coinciden con el final de año. El especialista se mostró optimista ya que considera que el incremento se podrá controlar con las medidas “contundentes” aplicadas a partir de esos días por las comunidades autónomas. El director del Centro de Emergencias Sanitarias también se refirió al nivel diagnóstico y afirmó que se han vuelto a los niveles de noviembre con más de 2.000 muestras por 100.000 habitantes en una semana. La positividad es del 16%, según Sanidad.