Una nueva forma de carne cultivada ha sido desarrollada utilizando un método que promete un sabor y textura más natural que otras alternativas a la carne tradicional de animales.

Los investigadores Ravi Selvaganapathy y Alireza Shahin-Shamsabadi, ambos de la Facultad de Ingeniería Biomédica de la Universidad de McMaster, han ideado una forma de hacer carne apilando láminas delgadas de músculos cultivados y células grasas que crecen juntas en un laboratorio. La técnica está adaptada de un método utilizado para cultivar tejido para trasplantes humanos.

Las hojas de células vivas, cada una del grosor de una hoja de papel de impresora, se cultivan primero en cultivo y luego se concentran en placas de crecimiento antes de pelarlas y apilarlas o doblarlas. Las hojas se unen naturalmente entre sí antes de que las células mueran.

Las capas pueden apilarse en una pieza sólida de cualquier grosor, dice Selvaganapathy, y "ajustarse" para replicar el contenido de grasa y el veteado de cualquier corte de carne, una ventaja sobre otras alternativas. "Estamos creando trozos de carne", dice en un comunicado. "Los consumidores podrán comprar carne con el porcentaje de grasa que deseen, al igual que lo hacen con la leche".

Como describen en la revista Cells Tissues Organs, los investigadores probaron el concepto haciendo carne a partir de líneas disponibles de células de ratón. Aunque no comieron la carne de ratón descrita en el documento de investigación, luego hicieron y cocinaron una muestra de carne que crearon a partir de células de conejo. "Se sentía y sabía a carne", dice Selvaganapathy.

No hay razón para pensar que la misma tecnología no funcionaría para el cultivo de carne de vacuno, cerdo o pollo, y el modelo se prestaría bien a la producción a gran escala, dice Selvaganapathy.

Los investigadores se inspiraron en la crisis del suministro de carne en la que la demanda mundial está creciendo mientras que el consumo actual de carne está agotando los recursos hídricos y de la tierra y generando niveles preocupantes de gases de efecto invernadero. "La producción de carne en este momento no es sostenible", dice Selvaganapathy. "Tiene que haber una forma alternativa de crear carne".

Producir carne viable sin criar animales sería mucho más sostenible, más sanitario y mucho menos derrochador, señalan los investigadores. Si bien se han desarrollado anteriormente otras formas de carne cultivada, los investigadores de McMaster creen que la suya tiene el mejor potencial para crear productos que los consumidores aceptarán, disfrutarán y comprarán.

Los investigadores han formado una empresa de nueva creación para comenzar a comercializar la tecnología.