El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, volvió a pedir ayer el adelanto del toque de queda, y lamentó que la negativa del Gobierno central a ceder a las comunidades la capacidad de hacerlo les “aboca” a adoptar “medidas más restrictivas”. Además, ante el aumento de la presión hospitalaria, que se acerca al pico registrado a principios de abril, Feijóo se preguntó: “¿Qué más tiene que pasar para decirles a los ciudadanos que después de trabajar hay que irse a casa?”.

Feijóo avanzó que el comité clínico, que se reunirá de nuevo lunes, aconsejará restricciones que afectarán “aún más” a la hostelería, la práctica del deporte e “incluso al aislamiento municipal”. En esa línea, el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, adelantó que probablemente lo que se decidirá el próximo lunes es aplicar el llamado modelo Carballiño a todos los municipios que excedan la incidencia de 1.000 casos por 100.000 habitantes a 14 días. Este modelo, más restrictivo, se aplica ahora en Arteixo, Xinzo de Limia y Viveiro.

Sin embargo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, secundó ayer la postura del ministro de Sanidad, Salvador Illa. Para Sánchez, España tiene un estado de alarma que funciona y sabe cómo doblegar la tercera ola del coronavirus, a la que se enfrenta con las “mismas herramientas” que en la segunda y con “energías renovadas”.

En opinión del presidente de la Xunta, la “lógica y el sentido común” deberían llevar al Gobierno a rectificar su decisión de forma “inmediata”. Durante un acto con empresas del sector de la biotecnología en Santiago, Feijóo reiteró que “ya no estamos en fase de seguir pensando, hay que actuar”, ya que, de otra forma, “vamos a colapsar los centros sanitarios”. Las cifras de ayer indicaban 133 pacientes en las UCI gallegas, mientras que en el pico del 4 de abril había 177. Sin embargo, la tendencia indica que lo peor está por llegar, ya que ayer se volvió a registrar un máximo de contagios, 1.802, lo que supondrá más de un centenar de hospitalizaciones en un solo día.

La portavoz nacional del Bloque Nacionalista Galego, Ana Pontón, denunció que la pandemia está “fuera de control” en Galicia mientras el Feijóo “se va de fin de semana” sin que su gobierno adopte “ninguna nueva medida” ni “ninguna nueva propuesta”. Pontón reclamó una vez más un confinamiento domiciliario durante al menos dos semanas en la comunidad gallega ante las cifras “extremadamente graves” en la autonomía, con una expansión “descontrolada” del virus y datos “demoledores” y “dramáticos”.

Madrid: cierre a las 22.00 horas y prohibidas las reuniones en domicilios

La Comunidad de Madrid adelantará a partir del lunes el toque de queda de las 23.00 a las 22.00 horas y el cierre de la hostelería y establecimientos no esenciales de las 22.00 a las 21.00 horas, y prohibirá las reuniones de no convivientes en domicilios. Además, las mesas en hostelería y restauración estarán limitadas a un máximo de cuatro personas, tanto en el interior como en terrazas o espacios al aire libre. “La situación está cambiando, estamos en un nuevo escenario que obliga a cambiar las reglas de juego”, informó el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. El consejero pidió a los ciudadanos madrileños que se muevan lo “absolutamente imprescindible” por “prudencia y responsabilidad” y ha animado a las empresas a promover el teletrabajo. Desde el lunes 25 de enero al 8 de febrero incluido, los movimientos estarán prohibidos en la calle de diez de la noche a seis de la mañana en toda la Comunidad de Madrid, salvo por causas justificadas. La Consejería de Sanidad ha establecido, además, el adelanto del cierre de todos los establecimientos comerciales, hostelería y restauración de diez a nueve de la noche.