La Comisión Europea propuso ayer a los Veintisiete tomar más medidas para “desaconsejar fuertemente” los desplazamientos tanto dentro de los Estados miembro como entre ellos y a terceros países para tratar de contener el contagio de las nuevas variantes de coronavirus. Además, pide crear una nueva categoría —bajo la denominación de rojo oscuro— para identificar las zonas de mayor riesgo por superar los 500 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes. Galicia entraría en esta categoría ya que ayer la incidencia a catorce días era de 630, según la Xunta.

Las únicas comunidades que, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, del pasado viernes, quedarían fuera de este cierre perimetral europeo serían Canarias más las de la cornisa cantábrica (Asturias, Cantabria, País Vasco y Navarra). En el resto de autonomías, la norma impediría el desplazamiento hacia el resto de Europa así como la llegada desde el exterior mientras el índice no baje de los 500 nuevos casos.

En cuanto a la limitación de los desplazamientos, la comisaria de Interior, la socialista sueca Ylva Johansson zanjó que “la primera recomendación es no viajar”. Este contundente mensaje lo realizó en una rueda de prensa en Bruselas para presentar los detalles de una propuesta que en líneas generales ya adelantó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el pasado jueves tras reunirse con los jefes de Estado y de Gobierno de la UE.

Según una recreación mostrada en la misma comparecencia por el comisario de Justicia, Didier Reynders, si se incorpora el cuarto color a la clasificación de riesgo que ya publica periódicamente el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades habrá una decena de países que ya tendrían parte de su territorio tintado de rojo oscuro, incluida España.

Bruselas, que no tiene competencias en materia sanitaria ni en gestión de fronteras, ha iniciado las negociaciones a nivel técnico con los Estados miembro para lograr “cuanto antes” un consenso.

El Ejecutivo comunitario cree que los desplazamientos innecesarios “no deben producirse en absoluto” desde o hacia regiones que superen el umbral de las 500 infecciones por cada 100.000 en el periodo de catorce días, según señaló la comisaria, y recomienda que las personas que finalmente se desplacen en viajes considerados “esenciales” se sometan a una prueba PCR antes de partir al lugar de destino de su viaje y respeten una estricta cuarentena de catorce días una vez llegadas al lugar o país de destino.

La recomendación de la Comisión Europea sigue la publicada la semana pasada por el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), en la que ya se instaba a los países de la Unión Europea a reforzar las medidas para desincentivar los viajes “no esenciales” entre territorios.

Siguiendo también las recomendaciones del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades, Bruselas pide a los Estados miembro que “mantengan o refuercen” medidas severas como el principio de quedarse en casa o el cierre temporal de negocios en lugares en donde se considere que el riesgo de contagios de coronavirus es muy alto, aunque también subraya que es esencial reforzar el rastreo de los contactos de un positivo y la realización de test para mejorar el control de la pandemia y la secuenciación de los nuevos casos.

Con todo, la Comisión Europea insiste en que cree que el cierre de fronteras dentro de la Unión Europea no es una solución efectiva contra el nuevo virus COVID-19 sino que debe apostarse por un enfoque que adapte las medidas restrictivas a la situación epidemiológica de cada región o país, independientemente de dónde estén las fronteras, y llama a asegurar que se mantendrá sin problemas la libre circulación de mercancías y de trabajadores esenciales y transfronterizos.

Finalmente, la Comisión Europea también considera que los países miembro deberían exigir a todos los viajeros que entren en sus territorios ofrecer determinados datos personales al llegar a sus lugares de destino que luego serían compartidos con el resto de Estados miembro.