La situación de la pandemia en España ha entrado en una situación crítica. Los hospitales han superado el umbral de los 30.000 pacientes ingresados y el 40% de las UCI están ocupadas por pacientes COVID. Los contagios, lejos de frenar, han marcado un nuevo récord de fin de semana, con 93.822 casos notificados, con una incidencia también récord de 884 casos por 100.000 habitantes. De mantenerse la tendencia actual, España se acercará a una tasa de 1.000 casos en los próximos días, multiplicando por 40 el objetivo que Pedro Sánchez marcó en octubre de reducirla a 25 casos. La curva de las muertes ya empieza a recoger las consecuencias del empuje de la tercera ola y también ha marcado otro récord, 767 fallecidos, una cifra que no se alcanzaba en un fin de semana desde finales de abril.

El Gobierno deberá decidir los próximos días cómo afronta una situación que ha desbordado todas sus previsiones y aún se puede agravar por la amenaza de la cepa británica. Deberá optar por medidas tan estrictas como las de Gran Bretaña, Irlanda o Alemania o por los cierres parciales como hasta ahora. Fernando Simón advirtió ayer de que hay que “acordar medidas de mayor control en algunas comunidades”, pero no precisó ni cuáles ni en qué autonomías.

Mañana se celebrará un nuevo Consejo Interterritorial de Salud, el primero presidido por Carolina Darias, la probable nueva ministra de Sanidad, y podrían abordarse de nuevo las peticiones formuladas por algunas comunidades de adelantar el toque de queda o el confinamiento domiciliario, ambos rechazados por Salvador Illa, el ministro cesante. Las medidas podrían ir dirigidas también a reforzar la vigilancia para que se cumplan efectivamente las restricciones. El portavoz técnico de la pandemia considera que no sería necesario aumentar estas restricciones si se aplicaran bien las que se han tomado. “El problema es que no lo conseguimos”, advirtió Simón.

Tampoco parece que vaya a darse luz verde a la petición de confinamiento domiciliario, que comparten muchos expertos. Simón insistió en que muchas autonomías ya están en confinamiento domiciliario de facto aunque mantengan abiertas escuelas o comercios y algunas aún los bares. Simón cree que es necesario reforzar las medidas porque no será suficiente con que bajen los contagios, sino que “tienen que hacerlo deprisa” para evitar que la red hospitalaria afronte “una situación crítica, sino lo está ya. Las UCI no pueden aguantar mucha más presión”, añadió.

Nueve comunidades autónomas, entre ellas todas las más pobladas, superan el 30% de ocupación en las UCI con enfermos de coronavirus. Siete superan el 40%, con Cataluña y Madrid que ya rozan un 50%, y todavía peor Castilla-La Mancha (53%), Comunidad Valenciana (61%) y La Rioja (64%).

Aunque hasta ahora no lo había admitido, la amenaza de la cepa británica es otro de los motivos, para Fernando Simón, por los que habría que endurecer algunas medidas. Ayer estimó su implantación en España en un 5% e insistió en que aún no tiene influencia en el aumento actual de casos, salvo en alguna zona.