La Xunta insta a un autoconfinamiento ante el avance de la pandemia | // XOÁN ÁLVAREZ

La Xunta endureció ayer las restricciones en toda Galicia debido al aumento “inasumible” de contagios en las últimas semanas que hacen que la comunidad roce los 20.000 afectados por COVID tras trece días consecutivos con más de un millar de nuevos positivos y cuente ya con la mayor cifra de hospitalizados de toda la pandemia. El presidente Alberto Núñez Feijóo aseguró ayer que la situación en la comunidad es “muy preocupante” e instó a la ciudadanía a aplicar “de facto” un autoconfinamiento y limitar la movilidad a lo estrictamente necesario como ir a trabajar, a la compra o al médico.

Desde la medianoche de hoy toda la comunidad pasará al nivel máximo de restricciones —que limita las reuniones a solo convivientes, impide salir del concello, cierra toda la hostelería o suspende las clases en la universidad hasta el 8 de febrero, entre otras medidas— durante las próximas tres semanas con el objetivo de “reducir la ocupación en hospitales, en las UCI y salvar vidas”, señaló ayer Feijóo, quien auguraba que todavía quedan “momentos duros”. Por ello y pese a reconocer que la gran mayoría de la población cumple con las medidas impuestas, apeló una vez más a la responsabilidad individual. “Toca hacer una vez más un ejercicio de sentidiño. Hay que reducir al mínimo la movilidad, el único lugar seguro es la burbuja familiar”, señaló Feijóo, quien abogó porque todo el que tenga la opción “teletrabaje” y a posponer todo tipo de compras que no sean esenciales. Reconocía además que no puede garantizar que “este sea el último esfuerzo” que haya que realizar.

Feijóo atribuía ayer a las “nuevas cepas más virulentas” parte de la velocidad con la que se expande el coronavirus en las últimas semanas y que lleva a la comunidad a registrar “cifras de contagio inéditas” y alcanzar una incidencia de 630 casos por cien mil habitantes a los 14 días, frente a los 829 del conjunto de España. Reconocía además que por la situación geográfica de Galicia —limítrofe con Portugal, “donde tienen mucho contacto con el mundo anglosajón”—, la comunidad “está más expuesta a registrar casos de la cepa británica que de la sudafricana”.

Solo en lo que va de año, el número de infectados por coronavirus se triplicó ya que Galicia arrancaba enero con 5.777 casos activos, cifra que ayer ya ascendía a 19.768 al sumar 776 más en las últimas 24 horas. El avance del virus no cesa y por decimotercer día consecutivo, el número de nuevos positivos superó el millar. En concreto fueron 1.402, según el último balance del Sergas que revela que A Coruña es al área más afectada —supera los 5.220 casos activos— pero que todas rebasan ya los 1.500 infectados y que el número de afectados no deja de aumentar.

El mayor número de contagiados se traduce en más presión en los hospitales. Galicia registraba ayer 1.154 pacientes ingresados —161 en UCI—, lo que supone la mayor cifra de toda la pandemia, por encima de la registrada en abril. Feijóo explicó que pese a estos datos, la presión de los centros sanitario es menor que en la primera ola. “Si en abril, los pacientes en UCI representaban el 3,2%, ahora son el 0,8%”, indicó y lo mismo pasa con quien están en planta. Pese a ello y a que la tasa de ocupación en Galicia es muy inferior a la media española —es del 11,7% en camas hospitalarias y del 19,5% en críticos (la mitad que en España)— instó a hacer “un nuevo esfuerzo” para reducir la presión en los hospitales y así “salvar vidas”.

Pese a que en algunas áreas, como A Coruña, cuentan ahora con hasta 50 ingresados más que en el peor momento de la primera ola, Feijóo descarta por el momento tener que recurrir a los hospitales de campaña y recordó que la estrategia del Sergas es derivar a pacientes de las áreas más saturadas a otras con menor carga como la de Lugo o Vigo. En cuanto a la capacidad de maniobra de los hospitales para adaptar espacios a la nueva realidad o dotarse del material que precisen, el presidente de la Xunta aseguró que “todas las áreas tienen plena libertad en el presupuesto para comprar el material que precisen o incluso hacer las obras menores que consideren”.

En su intervención para comunicar las nuevas restricciones, Feijóo también quiso dirigirse a todos los que desde mañana tendrán que cerrar sus negocios o empresas. “Si viéramos que era posible otra medida mejor, la tomaríamos, pero no vemos otra opción”, indicó el mandatario, quien recordó que pese a que se ha iniciado ya la vacunación contra el coronavirus —aseguró que el 98% de los grupos prioritarios (mayores y trabajadores de residencias así como sanitarios de primera línea) ya recibieron la dosis—, la inmunidad tardará en llegar. Eso sí, espera que cuando se consiga esta inmunidad de rebaño “aunque el virus no desaparezca, sea más llevadero convivir con él”.

Las nuevas restricciones prohiben las visitas en los hospitales salvo en caso de dependientes y cierran los centros sociales para evitar la concentración de mayores, uno de los colectivos más vulnerables. Seguirán abiertos eso sí los centros de día y se mantienen las restricciones en residencias de mayores, donde ayer había 457 usuarios contagiados y 222 trabajadores. En centros de atención a discapacidad la cifra ascendía a 96 usuarios y 43 miembros de la plantilla, según los datos del Sergas.

Sanidade notificó ayer la muerte de 27 personas por coronavirus en los últimos tres días, nueve de ellas en el área sanitaria coruñesa, de los que cinco eran usuarios de la residencia DomusVI Carballo. Todos ellos contaban con patologías previas, según el Sergas.

La incidencia es especialmente alta en varios municipios de la comarca coruñesa. Arteixo, Cambre o Betanzos rebasaban esta semana el millar de casos por cien mil habitantes en catorce días. Después de que la Xunta iniciase el domingo un cribado masivo de la población en Arteixo —que continuará hasta mañana—, ayer fueron los ayuntamientos de Betanzos, Sada y Cambre los que demandan a la Consellería de Sanidade que realice pruebas entre sus vecinos para detectar posibles casos asintomáticos. Días antes, esta medida ya se solicitó desde Carral y A Laracha.

Ante el incremento de casos y de la presión asistencial, desde el Hospital de A Coruña —donde están reorganizando las Urgencias ante el aumento de pacientes COVID— volvieron a pedir ayer a la población que actué con responsabilidad, en este caso que realice un correcto uso de Urgencias aunque destacando también que nadie que tenga síntomas graves deje de ir al centro por temor al coronavirus. El jefe del Servicio de Cardiología, José Manuel Vázquez, instó a la ciudadanía a reservar los servicios sanitarios “para aquellos pacientes que más lo necesitan tanto con COVID como con otras patologías”.

Por otra parte, señala que en el caso de tener algunos síntomas graves no hay que “tener miedo de acudir a los servicios asistenciales”. “La mejor forma contactar con el sistema es a través de los servicios emergencias del 061”, apunta este doctor y recuerda que si hay un mayor número de personas contagiadas, también lo de hay de “contagiosos”.

A Coruña, el área más afectada con más de 5.200 contagiados

Cambre, Carral y Betanzos demandan un cribado entre su población

El área sanitaria de A Coruña es, con diferencia, la más afectada por la tercera ola en Galicia. Cuenta ya con 5.225 infectados —le sigue a gran distancia Vigo, donde no llegan a los 4.000— tras volver a sumar 168 nuevos casos activos en la última jornada, donde los positivos descendieron hasta los 300 pero hay que tener en cuenta que se hicieron casi 700 PCR menos que el día anterior. La cifra de contagiados no deja de aumentar y eso que en las últimas 24 horas se dieron 124 altas médicas. Preocupa a los sanitarios especialmente al incremento exponencial de pacientes hospitalizados. Son ya 315 —43 de ellos en UCI—, una cifra que supera casi en medio centenar al peor dato de la primera ola y que sigue al alza. Solo en las últimas 24 horas, el área sumó otros 28 hospitalizados. Tras batir ya su propio récord de ingresados, en el Hospital Universitario se acercan al pico máximo de pacientes en UCI: en abril llegaron a 53 y ahora son veinte menos.