La Policía neerlandesa detuvo en la madrugada del martes al menos a 151 personas durante choques entre los agentes y grupos de jóvenes que convocaron protestas en diferentes ciudades contra la aplicación del toque de queda, en la que es ya la tercera noche consecutiva de disturbios en Países Bajos.

Los alcaldes y los diputados han subrayado su preocupación. “Ladrones sin vergüenza, no puedo decir otra cosa. Tuvimos que amenazar con el uso de gas lacrimógeno”, respondió el alcalde de Róterdam, Ahmed Aboutaleb.