El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, admitió ayer una “preocupación máxima” por la presión en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los centros hospitalarios del Servizo Galego de Saúde (Sergas), pero aún ve “capacidad de resistir” sin tener que recurrir a infraestructuras como el recinto coruñés de Expocoruña.

Preguntado por la situación de las unidades de críticos tras el Consello de la Xunta, el mandatario gallego detalló que, en estos momentos, las áreas que más preocupan son las de A Coruña, Santiago y Ourense, a las que siguen las de Ferrol y Pontevedra. Feijóo subrayó que Galicia “no tiene veinte hospitales”, sino “un hospital que está a disposición de todos”. “Y ese hospital es el conjunto de las camas de UCI y de planta del Sergas”, remarcó el presidente del Ejecutivo gallego.

“Durante la pandemia aprendimos una cosa, que del mismo modo que hay una única Xunta y un único Sergas, hay un único hospital, que son el conjunto de camas que tienen todos los hospitales del Sergas”, insistió Feijóo, quien reconoció que la situación “no es fácil” ya que la sanidad gallega está “acostumbrada a mucha menos presión por el COVID”. No obstante, destacó que la ocupación de las UCI en Galicia es del 25%, frente al 46% de media del conjunto del Estado. “Hay lugares en donde las UCI están ocupadas al 58% o al 46%, nosotros estamos en la mitad, aún tenemos capacidad para resistir”, señaló.

Por el momento, aseguró el presidente de la Xunta, aún “hay muy pocos desplazamientos” entre hospitales, una medida a la que el Sergas recurrirá si hay “necesidad”. “En el caso de que todo esto no se resuelva, automáticamente entraríamos en la cuarta fase, el despliegue de unidades de campaña”, apuntó Núñez Feijóo, quien incidió en que por el momento no se ha llegado a esa etapa.