Ya es oficial. La tercera ola ha pulverizado todos los registros de la pandemia de SARS-CoV-2 en el área sanitaria de A Coruña y Cee. El descontrol del virus en la calle ejerce una presión sin precedentes en los hospitales coruñeses, que cada día que pasa reciben a más pacientes con COVID, a un ritmo nunca antes visto. Si hace menos de una semana se sobrepasó el pico de 266 hospitalizados de la primera ola —actualmente son ya 369—, ayer se rebasó también el récord de ingresados en UCI, registrado el 3 de abril. Había entonces 53 pacientes en unidades de críticos. Hoy son ya 59, seis más, y la previsión es que esa cifra continúe aumentando, al menos, durante los próximos diez días.

La mayoría de los enfermos coruñeses cuyo estado reviste mayor gravedad (52) se encuentran ingresados en el edificio principal del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac): 34 entre dos UCI, y 18 en Reanimación (REA). El resto se reparten entre el Hospital Modelo (3) y el Quirón (4). El aumento de la presión sobre las unidades de críticos del centro de As Xubias ha llevado a la dirección médica del Chuac a habilitar una nueva UCI en los “antequirófanos” de la tercera planta, es decir, en los espacios del área quirúrgica donde los pacientes son recibidos cuando van a ser intervenidos y donde esperan antes de acceder al quirófano propiamente dicho.

Las camas de UCI requieren de un equipamiento y de unas prestaciones para los enfermos que implica que ocupen un espacio mayor que las convencionales de las plantas de hospitalización, de ahí que todavía no se pueda precisar con exactitud de cuántas plazas dispondrá la nueva unidad de la tercera planta. No obstante, desde la dirección médica del Chuac especifican que se trata de un espacio “diáfano y grande”, provisto ya de tomas de oxígeno, en el que se irán instalando camas de críticos “a medida que se vayan necesitando”.

En la primera ola de la pandemia, el complejo hospitalario coruñés ya acondicionó, en un tiempo récord de apenas diez días, dos unidades de críticos en antiguos bloques quirúrgicos del edificio principal de As Xubias. La primera, con una veintena de camas y situada a escasos 25 metros de la UCI principal. La segunda, ubicada en la sexta planta, con una capacidad algo superior. La posibilidad de habilitar el área quirúrgica de la tercera planta para albergar a enfermos críticos con COVID ya estuvo entonces sobre la mesa, aunque finalmente no hubo que recurrir a esos espacios. En una entrevista publicada en este diario el 7 de abril, la responsable del Servicio de Anestesiología y Reanimación (REA) del Chuac, Felisa Álvarez Refojo, reconocía que, “con unas pequeñas adaptaciones”, esas instalaciones se podrían utilizar también para acoger a pacientes graves por la infección causada por el SARS-CoV-2 y con necesidad de ventilación mecánica. En aquel momento, en la Unidad REA del complejo coruñés estaban siendo tratados 17 enfermos con COVID. Ayer eran ya 18.

“En condiciones normales, las camas de REA están por encima del 80% de ocupación. Sin embargo, al paralizar la actividad quirúrgica no urgente, hemos dejado solo una de nuestras unidades para las cirugías que no se pueden demorar. Son unas 20 camas, suficientes para cubrir la actividad actual. En el Abente y Lago y en el Hospital Materno Teresa Herrera también se realiza actividad quirúrgica, con sus correspondientes recursos de camas de posoperatorias. No se destinan a pacientes con COVID, pero estarían preparadas para albergar a otros enfermos críticos”, apuntaba entonces la doctora Álvarez Refojo.

¿Cómo se convierte un “antequirófano” en una UCI? ¿Qué equipamiento precisan las unidades de críticos? Fuentes consultadas por este diario detallan que, en un área de ese tipo, es fundamental monitorizar a los pacientes, es decir, realizar un seguimiento de sus constantes vitales para ver su evolución minuto a minuto, y poder actuar en caso de que alguno de esos parámetros se salga de la horquilla de seguridad. Los enfermos ingresados en las UCI precisan, además, ventilación mecánica, de ahí que los respiradores sean también imprescindibles.

Petición de “auxilio”

La necesidad de destinar camas y recursos humanos a la emergencia sanitaria está tensionando los hospitales coruñeses hasta el punto de que, en los últimos días, responsables de diferentes especialidades médicas han hecho públicos mensajes en los que imploran responsabilidad ciudadana para cumplir la recomendaciones de las autoridades y hacer un uso racional de los recursos sanitarios. El último en lanzar una petición de “auxilio” fue el jefe del Servicio de Urología del Chuac, Venancio Chantada, quien apeló ayer a la “solidaridad” de la población para evitar contagios “innecesarios” y respetar al máximo el “confinamiento” ante la situación “crítica, extrema” del área sanitaria.

“Cada paciente que ingresa en nuestro hospital con el virus ocupa recursos y medios materiales y humanos que no pueden ser destinados a otros pacientes, entre los que se puede encontrar usted, pendiente de un tratamiento específico o de una intervención determinada”, avisó el doctor Chantada, quien animó a poner todos de nuestra parte “porque, de lo contrario, la sanidad se va a deteriorar de manera muy importante en los próximos meses”.