La alcaldesa de Boimorto, María Jesús Novo (PP), se ha convertido en el primer cargo político de Galicia que se ha puesto la vacuna contra el COVID sin, en teoría, pertenecer a los colectivos seleccionados para inmunizarse. La recibió el pasado 28 de diciembre tras ser incluida entre el personal de la residencia municipal de ancianos de este pequeño ayuntamiento, de poco más de 2.000 habitantes, ubicado a unos 40 kilómetros de Santiago.

La oposición parlamentaria ha exigido su dimisión inmediata, mientras que la Consellería de Sanidade asegura que está estudiando el caso y “comprobando el listado que mandó la residencia” al Sergas para identificar a las personas que había que inocular.

La propia regidora admitió que había recibido la inyección. “Me vacuné porque soy personal de la residencia”, declaró a elDiario.es. Fuentes del PP gallego indican que como alcaldesa es también la jefa de personal del centro de mayores y que acude prácticamente a diario a la residencia para paliar la falta de personal, ejerciendo tareas como suministro de medicamentos, transporte de usuarios al centro de mayores o compra de toallas.

Por esta razón, argumenta el PPdeG, fue incluida en la lista de personal de la residencia para recibir la vacuna, pero que como tenía dudas sobre la idoneidad de su selección, lo consultó con el médico. La respuesta que recibió, siempre según fuentes del PP, fue que cada vial lleva el nombre de la persona destinataria y que si ella no se vacunaba, entonces su dosis se desperdiciaba, por lo que finalmente se decidió a ponerse la inyección.

A ello se sumaría que como acudía casi a diario a la residencia, estando vacunada reducía el riesgo de contagiar a los internos.

El PPdeG no ve, al menos por el momento, similitud con otros casos en que los cargos políticos se saltaron el protocolo para recibir las vacunas.

Tras conocerse este hecho, la oposición del Parlamento gallego ha saltado como un resorte. El BNG ha registrado una iniciativa en la Cámara autonómica para pedir explicaciones al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sobre un hecho que califican de “muy grave e injustificable”.

En un comunicado, el diputado Xosé Luis Rivas “Mini” recuerda que el propio líder popular declaró durante la sesión plenaria del miércoles que no había un solo alcalde de su partido vacunado sin derecho.

Rivas recalcó que la regidora no mantiene ningún tipo de relación sanitaria que justifique la vacunación y advirtió de que la residencia municipal cuenta con dirección propia, a pesar de que su cargo la convierta en jefa de personal del centro.

Del mismo modo, el socialista Pablo Arangüena insistió en que Feijóo debe “resolver esta situación” y salir a dar explicaciones por esta vacunación “irregular”. “Que tome medidas ya por ejemplaridad y justicia social”, reclamó, para apelar a que el presidente gallego debe tomar cartas en el asunto “antes” de su encuentro con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que será hoy.

El diputado en el Congreso Antón Gómez Reino, de Podemos Galicia, exigió también la dimisión inmediata de la regidora por usar su cargo público para “pasar por delante de la gente mayor” y del personal sanitario “que lleva meses en primera fila luchando contra el virus”.

“Está fuera de toda ética y compromiso con el servicio público que en plena tercera ola, con los hospitales colapsados y con toda Galicia confinada, algunos utilicen su cargo público para su propio beneficio”, censuró.

Precisamente, Núñez Feijóo apeló ayer, antes de conocer el caso de la alcaldesa de Boimorto, a los “comportamientos éticos” individuales para pedir que, si alguien es llamado por error para vacunarse contra el COVID, lo notifique y no reciba la dosis, ya que hay colectivos prioritarios que las necesitan.

Así lo indicó en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, tras ser preguntado por los errores en el plan de vacunación de sanitarios y acerca de si Galicia cambiará su protocolo ante polémicas como, por ejemplo, la surgida en Extremadura, donde se denunció una modificación del plan que sugiere que se podrían vacunar los gestores sanitarios aunque no estén en primera línea.

En el ámbito sanitario gallego, Feijóo defendió que, en términos generales, “se está cumpliendo” y ha elevado a un 99,9 el porcentaje de trabajo de vacunación libre de incidencias. Tras remarcar que hay que intentar erradicar cualquier incidencia, también advirtió que los listados de vacunación los integran miles de personas, por lo que apeló a la responsabilidad individual y a mantener “comportamientos éticos”.

Hasta ahora el Sergas solo ha reconocido que se vacunó de forma errónea a 17 informáticos del área sanitaria de Pontevedra que no estaban en primera línea de lucha contra el coronavirus. No obstante, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Galicia (CESM) elevó a unas 200, y no las 17 reconocidas por el Sergas, las personas que fueron vacunadas en el área de Pontevedra de manera irregular, ya que ninguna de ellas tenía relación directa con pacientes.