Durante la primera ola de la pandemia de SARS-CoV-2, los profesionales de la Farmacia del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) trabajaron contra reloj para adaptar la terapéutica del COVID al conocimiento que se generaba sobre la enfermedad, solventar problemas de suministro de ciertos fármacos y “reorganizar muchos procesos” , como la atención a los pacientes externos, es decir, aquellos que acuden periódicamente al centro de As Xubias para recoger sus medicinas. Alrededor de 13.000 cada año. “Enfermos con dolencias oncológicas, de reumatología, de aparato digestivo (enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa...), con psoriasis, esclerosis múltiple, etc.”, enumera la jefa del Servicio, Isabel Martín Herranz, quien reconoce que la compleja situación que atraviesa el Chuac por el incesante aumento de los hospitalizados por COVID ha hecho necesario recuperar la teleconsulta y el envío de fármacos a domicilio. “Desde finales de la semana pasada, estamos haciendo llegar su medicación a todos los pacientes de fuera de la ciudad de A Coruña. Realizamos ya entre 80 y 100 envíos cada día”, señala.

¿Cómo está impactando la tercera ola de la pandemia de SARS-CoV-2 en la Farmacia del Chuac?

Ahora mismo estamos acompañando al Hospital Universitario [el único centro del complejo coruñés que alberga a pacientes con SARS-CoV-2] en toda la reestructuración de las plantas que pasan a ser unidades COVID, con lo cual tenemos que cambiar muchos procedimientos relativos al envío de medicación a estas plantas. La creación de esas nuevas unidades implica, también, revisar todo el estocaje de fármacos, la forma de envío, etc. Todo esto lo estamos haciendo en tiempo récord, y con el cien por cien de dedicación para adaptarnos a las necesidades asistenciales.

Uno de los retos al que hicieron frente en la primera ola fue la reorganización de la atención a los pacientes que acuden al Chuac periódicamente a recoger medicamentos de dispensación hospitalaria. ¿Cómo están atendiendo, en la actualidad, a esos enfermos? ¿Han retomado la teleconsulta y el envío de fármacos a domicilio?

Tras la primera ola de la pandemia, iniciamos una desescalada, por así decirlo, aunque continuamos consultando a través del teléfono y enviando a domicilio los fármacos de dispensación hospitalaria a los pacientes más alejados del primer anillo metropolitano, es decir, de fuera de la ciudad de A Coruña y sus concellos limítrofes (Arteixo, Cambre, Culleredo y Oleiros). Así nos mantuvimos durante toda la segunda ola, pero dada la actual situación, hemos vuelto a extender el envío domiciliario. Desde finales de la semana pasada, de hecho, estamos enviando su medicación a todos los pacientes de fuera de A Coruña ciudad. También a los de Arteixo, Cambre, Culleredo y Oleiros, salvo que tengan que venir al hospital para una consulta con su médico. Si ya están en el centro y ese mismo día tenían fijada la teleconsulta de Farmacia, se les atiende presencialmente.

¿Cómo se realiza el proceso?

Personal administrativo contacta con los pacientes para indicarles que el mismo día que tenían fijada su consulta van a ser llamados por el farmacéutico, para revisar aspectos como la eficacia de la medicación, la adherencia, si disponen de suficiente cantidad en el domicilio… cualquier cuestión relacionada con los tratamientos que nos quieran comentar. A partir de ahí, generamos la dispensación que se les hará llegar a sus domicilios. Esta semana estamos haciendo ya envíos diarios. Si la teleconsulta es por la mañana, probablemente en el mismo día. Si la llamada es por la tarde, el envío se realiza al día siguiente. Procuramos que sea lo más inmediato posible. Estamos casi entre 80 y 100 envíos diarios. Más de la mitad de los pacientes del área sanitaria coruñesa reciben ya sus medicinas en casa.

Dada la actual situación hospitalaria, ¿prevén extender la teleconsulta y el envío de fármacos a domicilio también a los pacientes de la ciudad de A Coruña?

De momento, continuamos con la atención presencial. Vamos a ver con la dirección del hospital cómo evoluciona la situación. Si hay algún cambio en el criterio actual, volveremos a comunicarlo. Lo que sí nos gustaría es pedir disculpas, porque estamos recibiendo muchísimas llamadas de pacientes, y aunque tenemos dos líneas telefónicas abiertas, a veces se colapsan. Por favor, un poco de paciencia porque son muchos pacientes y muchas llamada. Estamos dando prioridad a contestarlas todas, pero nos gustaría pedir un poco de comprensión. Ningún enfermo se va a quedar sin su medicación.

La repentina eclosión de la pandemia, en marzo, desembocó en un consumo de ciertos medicamentos de uso habitual en las UCI hasta cinco veces superior al habitual. Esto obligó a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) a intervenir toda la producción para hacer un reparto controlado entre comunidades. ¿Cuál es ahora la situación?

Estamos en unos niveles de preparación de medicamentos de mucha intensidad. Las unidades de críticos (UCI) y Reanimación (REA) precisan sedantes y relajantes musculares para llevar a cabo las intubaciones de los enfermos, por eso hacemos un seguimiento diario de los estocajes. Hasta ahora no ha tenido que intervenir la Aemps, como sucedió en la primera ola de la pandemia, cuando las necesidades obligaron a que hubiera una distribución controlada a cada comunidad autónoma, en función de parámetros como la población, el número de camas hospitalarias, etc. En este momento no hay intervención, porque tampoco ha habido desabastecimientos, pero sí que estamos con seguimientos diarios de sedantes como el propozol o el midazolam, o relajantes como el cisatracurio, y realizamos pedidos prácticamente a diario para su reposición. Trabajamos con anticipación ante la posibilidad de que haya algún problema de suministro. Si la situación sigue así, puede que desde la Aemps determinen otra vez una distribución controlada. Pero en este momento no tengo esa información y, por tanto, no lo puedo asegurar.

El único antiviral de acción directa aprobado por la Aemps para tratar el COVID es el remdesivir, creado para el ébola. El abordaje farmacológico de la infección se completa con el uso de corticoides y profilaxis antitrombótica con heparinas , fundamentalmente. ¿Podría decirme cuánto se ha incrementado el consumo de estos fármacos en el Chuac en las últimas semanas?

Hemos reforzados los estocajes tanto de las heparinas de bajo peso molecular como de los cortoicoides y de otros fármacos que se administran conjuntamente con estos, para adaptarnos a ese incremento en su utilización. Hasta el cierre del mes no tendremos datos objetivos del consumo de estos medicamentos, pero puedo avanzar que han aumentado los pedidos y hay un almacenaje mucho mayor que en otros meses. Lo aprendido en la primera ola nos ha hecho ser mucho más previsores y los protocolos terapéuticos son más estables también que en aquel momento, donde todo era cambiante y había una incertidumbre enorme.

Fármacos como el lopinavir, que se usa para tratar el VIH, y la hidroxicloroquina, a la que también se recurrió mucho la pasada primavera, ya no se utilizan frente al COVID...

Así es. Ahora hay un nivel de certidumbre en cuanto al tratamiento que nos ayuda muchísimo. Esa sensación de no saber qué tienes que tener ya no la hay. La curva de aprendizaje está alcanzada, y la experiencia de estos meses ha servido para mejorar enormemente el cuidado de los enfermos con COVID.

En algunas comunidades autónomas las farmacias de los hospitales están participando ya en la gestión de las primeras dosis de la vacuna contra el SARS-CoV-2, centralizando su distribución y almacenamiento hasta la dispensación entre los pacientes. ¿Está colaborando la Farmacia del Chuac en este proceso?

En Galicia, hasta ahora no hemos sido consultados a este respecto, pero imagino que a lo largo de las próximas semanas, y a medida que el tema de la vacunación se vaya consolidando, formaremos también parte de ese proceso, como no puede ser de otra manera. La farmacia hospitalaria siempre ha sido un servicio colaborador en todos los aspectos en los que se nos ha requerido, y tenemos una amplia experiencia en la preparación de medicamentos, incluso algunos tan especiales como los fármacos intravítreos (que van dentro del ojo) o las formulaciones magistrales. Estoy convencida de que pronto participaremos también en la vacunación. En lo que sí estamos trabajando ya muy intensamente desde la Farmacia del Chuac, en colaboración con los compañeros del Servicio de Alergología, es en la preparación de los protocolos para los pacientes que puedan tener alergia a algún excipiente de la vacuna, un tema muy interesante también por las dudas que ha suscitado.

El Hospital Universitario está más tensionado que nunca ante una curva de ingresos por COVID que no para de crecer. ¿Cómo están los ánimos en el Servicio de Farmacia?

Se vuelven a notar la tensión e inquietud de la primera ola. Hay muchísima carga asistencial, las guardias de 24 horas en Farmacia no están siendo fáciles, y nos recuerdan lo vivido al inicio de la pandemia, que no fueron días, sino un periodo largo, de varios meses. Es cierto que estamos mucho más preparados que en aquel momento, conocemos mejor nuestros procedimientos y somos capaces de prever las necesidades, pero hay un repunte asistencial muy importante. Aún así, continuamos con ánimo y con fuerza. El hospital nos está haciendo sentir muy necesarios y queridos. Sabemos que lo somos, pero en estos momentos los compañeros aprecian de una manera muy especial el trabajo que se realiza en la Farmacia y eso también es un estímulo.

¿Le gustaría trasladar algún mensaje a la población?

Más allá de seguir estrictamente las recomendaciones que las autoridades sanitarias nos están marcando, es importante trasladar a la población un mensaje de tranquilidad en cuanto a la cobertura de medicamentos. Estamos trabajando intensamente y en este momento hay una garantía total de suministro de fármacos, más allá de incidencias puntuales, como el colapso de las llamadas telefónicas.