La tercera ola ha vuelto a colocar a España a la cabeza de los países con más contagios por habitante en Europa, solo con Portugal por delante. No ha llegado a las cotas alcanzadas por el Reino Unido e Irlanda debidas a la variante británica ni parece que las vaya a alcanzar, pero estos dos países han reducido drásticamente la incidencia del virus en las dos últimas semanas gracias a duras medidas de confinamiento y ya están por debajo de nuestro país.

España fue el país con mayor incidencia de Europa al principio de la segunda ola, aunque luego la rebasaron muchos otros. Ahora está ocurriendo lo contrario. Cuando la tercera ola amaina en los países más afectados, España se sitúa arriba del todo de la tabla. Ningún país de los más importantes de Europa ha sufrido un repunte tan exagerado de casos a la vuelta de las Navidades. Sólo en lo que va de mes, el Ministerio de Sanidad ha contabilizado ya más de 800.000 contagios, de los que se derivarán unas 10.000 muertes. Una factura a todas luces muy alta para “salvar la Navidad”.

La mayoría de expertos cree que en alguna medida, difícil de determinar, la nueva variante británica del coronavirus debe haber contribuido a esta explosión de casos en España. En el Reino Unido e Irlanda, donde copa más del 90% de los contagios en algunas zonas, se llegaron a alcanzar incidencias máximas de 1.165 casos por 100.000 habitantes en 14 días, en el caso de Gran Bretaña, y de 1.479 en el caso irlandés. En Portugal, con una prevalencia del 50%, está en 1.587 y aún no se vislumbre el pico de la curva.

En España la prevalencia supera en algunas zonas el 20%, pero la media nacional, difícil de calcular por la falta de estudios, se situaría entre el 5% y el 8%, según Fernando Simón. La cuestión es que en poco menos de un mes se ha quintuplicado la incidencia, hasta los 1051 casos por 100.000 habitantes registrados este jueves, según las estadísticas europeas.

En la vertiente hospitalaria salimos aún peor parados. No hay datos recopilados por ningún organismo europeo pero una de la cuentas de referencia en Twitter para seguir la pandemia, la de Miguel Ángel Reinoso, coloca a España como el país europeo con más ingresos en UCI por 100.000 habitantes, 9,48, incluso por delante de Portugal (7,51), que ya se está planteando trasladar pacientes al extranjero.

Aunque las imágenes que nos llegan de Gran Bretaña y Portugal parezcan más impresionantes que las de la Comunidad Valenciana o Madrid, en hospitalizados por 100.000 habitantes estamos también por delante de Gran Bretaña. 66 frente a 56.

La aparición de la cepa británica, más contagiosa y probablemente más letal que las anteriores, ha cambiado el enfoque con el que la mayor parte de los países afrontan la pandemia. Los primeros damnificados están consiguiendo superarla con confinamientos estrictos no equiparables con las medidas que la mayoría de autonomías están tomando en España aunque tampoco llegan a los extremos del confinamiento español de marzo.

En el Reino Unido, por ejemplo, no se puede abandonar el domicilio sin un “motivo razonable”. La escuelas y la hostelería están cerradas, el teletrabajo es obligatorio y se han prohibido los viajes al extranjero que no sean imprescindibles. Y si lo son deben someterse a cuarentenas en hoteles puestos a disposición por el Gobierno. Ya ha bajado a 742 casos.

Portugal intentó superar la ola con la escuelas abiertas pero el fin de semana pasado arrojó la toalla y fue al cierre total. Acaba de clausurar las fronteras.

¿Qué están haciendo grandes países como Alemania y Francia ante la nueva amenaza? Francia fue de los países más perjudicados en la segunda ola. Alcanzó un pico de 1.009 casos el 11 de noviembre, pero con un duro confinamiento logró bajar a unos 200. Mantiene la hostelería cerrada desde hace tres meses, pero reabrió la escuelas tras la Navidad y levantó el toque de queda. Ante el repunte de casos y la amenaza de la B117, lo ha vuelto a instaurar a partir de las 18 horas, ha reforzado el control fronterizo y se plantea seriamente volver a un confinamiento estricto si esto no funciona.

Alemania aún está en la segunda ola. Está llegó su máximo (412 casos) el día de Nochebuena y ahora está en 239, cuatro veces menos que España, pero la considera muy alta y ante la amenaza británica seguirá con su confinamiento estricto, que incluye cierre de escuelas y hostelería desde ya hace casi tres meses.

El temor a los “supercoronavirus” ha llevado a Ángela Merkel a impedir los vuelos a zonas donde circulan las nuevas cepas (la sudafricana y la brasileña también), como ha recomendado la Comisión Europea. También Bélgica, Países Bajos, Dinamarca y Finlandia han adoptado restricciones fronterizas.

El dato que se ofrece en esta información sobre la incidencia de España no coincide con la que facilita Sanidad porque está contabilizada a partir de la fecha de notificación mientras el ministerio lo hace por fecha de diagnóstico. El Centro Europeo de Control de Enfermedades utilizaba el mismo criterio que el Gobierno en todos los países europeos pero lo ha modificado al percatarse que el retraso en las notificaciones provocaba que los datos de incidencia siempre eran inferiores a los reales. Para hacer comparativas homogéneas entre los diferentes países hay que utilizar por tanto el nuevo criterio.

Un total de 32.811 positivos convierten enero en el mes con más casos de toda la pandemia en Galicia

Cada hora, un total de 45 personas se infectan por SARS-COV-2 en Galicia. El dato, de por sí sorprendente, confirma la tendencia en ascenso de enero: ha sido el mes de toda la pandemia con más nuevos casos. El número total de contagiados nuevos desde que arrancó el año se eleva a 32.811 personas en Galicia. Es decir, una cifra similar al número de habitantes de Arteixo. Por otra parte, el Sergas ha notificado otros nueve fallecidos por COVID, que se corresponden a la jornada del viernes. Hay que sumarlas, pues, a otras 12 que se habían computado ese día. De los nueve óbitos, siete se corresponden al área sanitaria de A Coruña y Cee, que se consolida cada día como el epicentro actual de una pandemia con fuertes réplicas en toda la comunidad. En el Complejo Hospitalario Universitario coruñés murieron cinco hombres (de 77, 79, 83, 84 y 86 años) y dos mujeres, de 91 y 96. Las otras dos víctimas son usuarios de residencias, una mujer de 89 que residía en geriátrico de Ribadeo y que ingresó en el Hospital de A Mariña —en el área sanitaria de Lugo— y un hombre de 79 años de la residencia Quercus Leiro -—en la de Ourense-—. La tercera ola del coronavirus va camino de convertirse en la más letal de la pandemia. Si en ella ya se sitúan las 24 horas con más mortalidad, el ritmo de fallecidos en estos últimos días de enero ya supera a la de las peores fases de abril, por lo que de continuar en estas magnitudes —y la situación en las UCI no es halagüeña—, el COVID-19 pronto batirá sus peores registros. En las 10 jornadas que van desde el 20 al 29 de este mes, el patógeno se cobró 209 vidas, más de 20 por jornada. Entre el 1 y el 10 de abril, las fechas más oscuras hasta el momento, fueron 200. Así las cosas, el mes de enero, que empezó con cifras de fallecidos, dentro del contexto pandémico, bajas, ya se ha cobrado 361 vidas. En total,1.761 personas han fallecido en la comunidad diagnosticadas con el nuevo coronavirus. Sin embargo, el número de pacientes con COVID-19 ingresados en los hospitales de la comunidad gallega registró una leve reducción, aunque sigue incrementándose la presión en las UCI, con 18 pacientes más, hasta un total de 228. Según los últimos datos del Servizo Galego de Saúde (Sergas), correspondientes a las 18 horas de ayer viernes, también se ha producido un ligero descenso de nuevos contagios, con 1.492, 141 menos, de los que 1.259 han sido confirmados por PCR tras realizarse 13.890 de estas pruebas. Sin embargo, los últimos datos no son favorables al área pontevedresa. Por áreas sanitarias, ha aumentado el número de casos activos en la de Pontevedra, con 119 más, hasta los 2.365, y la de Lugo, con 112 más, hasta llegar a los 2.121. Yendo a las cifras históricas, en Galicia se han contagiado por coronavirus hasta el momento un total de 95.781 personas, de las cuales han fallecido 1.752 y se han recuperado 71.531. Para la detección de los contagios y control de la pandemia, desde el inicio de la emergencia sanitaria se han realizado en Galicia 1.397.979 pruebas PCR y 514.562 serológicas.