La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, trasladó ayer a los hosteleros que estudiará la posibilidad de “agilizar” en la vacunación a sectores “altamente expuestos” como profesores, camareros, taxistas y dependientes, una vez comience la vacunación masiva a la población. “Hemos analizado la posibilidad de, con la vacunación masiva, agilizarla en sectores altamente expuestos: profesores, taxistas, cajeros de supermercados, camareros. Pero lo primero es tener vacunas y para los más vulnerables”, escribió Ayuso en su cuenta de Twitter. La Comunidad de Madrid frenó la pasada semana el suministro de la primera dosis de la vacuna en la autonomía por “el recorte” en la llegada durante las últimas semanas.

La presidenta madrileña se reunió ayer por videoconferencia con representantes del sector de la hostelería, a quienes avanzó que a partir del viernes se amplía de 4 a 6 el número de comensales por mesa en las terrazas y se concretará con una regulación “más amplia y específica” el uso de la mascarilla en el interior de bares y restaurantes, que ya estaba recogido en una orden de la Consejería de Sanidad el 29 de julio. Esa orden establecía ya la obligatoriedad del uso de la mascarilla de todas las personas mayores de 6 años “en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, con independencia del mantenimiento de la distancia física interpersonal de seguridad”, salvo durante el consumo de bebidas y alimentos. El Gobierno madrileño dará más concreción a esta norma para hacer “todo lo que está en nuestras manos para mantener abierta la hostelería (...), a pesar de los pulsos políticos”, trasladó Ayuso a los representantes del sector.

Por su parte, los hosteleros reclamaron a la presidenta “menos burocracia” para que esas ayudas sean “ágiles” y poder frente a una situación en la que los hosteleros “no se pueden endeudar más”, indicó el director general de la Asociación de Empresarios de Hostelería de la Comunidad de Madrid, Juan José Blardony.

En cuanto a las medidas para atajar la pandemia, Galicia y Madrid siguen caminos dispares. Mientras que en la comunidad gallega la restauración vuelve a estar cerrada y se ha adelantado el cierre del comercio no esencial a las 18.00 horas desde el pasado miércoles, en la Comunidad de Madrid, el cierre de la hostelería y establecimientos no esenciales está fijado a las 21.00 horas desde el pasado día 25 y se limitó el número de comensales en las mesas de bares y restaurantes a cuatro personas tanto en el interior como en terraza, cifra que volverá a ampliar el próximo viernes aunque solo en terrazas.

Sobre la estrategia de Madrid, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, manifestó que “no se sentiría responsable” si tuviese que aplicar en Galicia las medidas contra la pandemia aprobadas en por el Gobierno de Ayuso, donde la hostelería continúa abierta.

Un total de 1,8 millones de madrileños, el 27% de la población de la comunidad, tiene restricciones de movilidad desde ayer tras la decisión del Gobierno de Ayuso de ampliar esta medida hasta alcanzar 71 zonas básicas de salud y treinta núcleos urbanos con una alta incidencia. En estas áreas se concentran el 32% de los casos de contagios de la comunidad madrileña. Feijóo y Ayuso son dos ejemplos de cómo optar por distintas medidas pese a ser del mismo partido.