“Nuestros dirigentes han normalizado las cifras de muertes”, asegura el presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) y miembro del comité clínico que asesora al Sergas en pandemia, Tato Vázquez Lima. Para este doctor gallego, la intención de “salvar la Semana Santa” suena a “broma de mal gusto”.

“El porcentaje de ocupación de críticos debe estar por debajo del 5% y estamos cerca del cincuenta. La incidencia acumulada a 14 días para hablar de riesgo extremo pasa por tener más de 250 casos por cada cien mil habitantes y estamos próximos a los 800, cierto es que bajando, pero desde el pasado verano no hemos bajado de los 200”, recuerda este médico cuando se le pregunta por qué ocurrirá en Semana Santa, fecha en la que algunos políticos confiaban en que se pudieran retomar los viajes.

Para este urgenciólogo, sin embargo, es “imposible” alcanzar en dos meses “los niveles de nueva normalidad”. “Así que suena a una broma de mal gusto”, insiste. “Aprendamos un poco. ¿Qué ha pasado en Navidades? Vamos a bajar la incidencia acumulada, pongámonos en que las cosas vayan bien, hasta 250-300, y seguiríamos en riesgo extremo. ¿Vamos a empezar a abrir otra vez para qué, para tener 500 muertos diarios?”, se pregunta.

Vázquez Lima dice percibir que “nuestros dirigentes han normalizado las cifras de muertes, de gente con nombres y apellidos”. Acusa a los políticos de “perder el contacto con la realidad y vivir en una nebulosa”, y opina que la convivencia con el virus “es una estrategia fracasada”. “Hay que ir a la aniquilación. Y eso pasa por vacunar como una motoreta”, sostiene.

Por otra parte, denuncia que existe el riesgo de que su servicio desaparezca por no existir esta especialidad médica en España, una anomalía que solo se da en nuestro país y en Portugal, y que llevan tiempo reclamando que se solucione. “Darias llevó un recordatorio de que su antecesor lo prometió. Yo solo espero que alguna vez nos escuchen antes de que nos quedemos sin servicios de urgencias”, dice.