Es probable que si Albert Einstein hubiera nacido mujer, hoy apenas nos sonaría su apellido porque los méritos de sus estudios se los habría llevado un hombre, es el efecto Matilda, el nombre que designa la injusticia sistemática cometida contra las científicas que durante décadas han visto invisibilizado su trabajo solo por ser mujer. Para acabar con esta injusticia, la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas ha desarrollado la campaña #NoMoreMatildas, que pretende recuperar las referencias al trabajo de las científicas en los libros de texto para despertar la vocación científica en las niñas y contrarrestar los estereotipos que desde pequeñas les hacen creer que son menos inteligentes o válidas para la ciencia.

La campaña se presentó ayer en la oficina del Parlamento Europeo de Madrid, un acto al que asistió la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, los ministros de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, y de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, varias eurodiputadas y los creadores de la campaña, desarrollada de manera altruista.

“Son miles de referentes que se les han hurtado a las niñas y que han estado ausentes de los libros de texto pero que hoy pueden volver a inspirar a las niñas”, señaló la ministra Celaá. “Las mujeres hemos sido pioneras en muchas cosas pero siempre se nos ha vetado porque la historia la han escrito los hombres, una injusticia a la que hay que poner fin progresivamente”a través de la educación, “que es la herramienta más poderosa para cambiar la sociedad, acabar con la brecha de género y aprovechar el talento”, subrayó.