Una vecina de Manresa de 75 años que resultó herida por la explosión de una botella de gel hidroalcohólico el pasado mes de diciembre murió este domingo al atardecer en el hospital donde estaba ingresada.

La mujer, Encarnación Blanes, fue despedida el martes en un funeral en la iglesia parroquial de la Sagrada Família de Manresa. La deflagración se produjo el 13 de diciembre, un domingo por la tarde cuando, según informaron en su momento fuentes de los Mossos d’Esquadra, una botella de gel hidroalcohólico que estaba a la cocina y situada cerca de una fuente de calor explotó.

A raíz de la explosión, la mujer quedó herida con un pronóstico muy grave al sufrir heridas de segundo y tercer grado en diferentes partes del cuerpo. La mujer fue la más afectada por la explosión, pero su marido, de 76 años, también resultó herido, en este caso de carácter leve, al sufrir quemaduras de segundo grado en las manos cuando intentó ayudar su esposa. A raíz de la deflagración, la mujer fue traslada por el Servicio de Emergencias Médicas (SEM) hasta el Hospital del Vall d’Hebron de Barcelona donde la ingresaron.

Por su parte, el hombre fue dado de alta la misma noche en que se produjo la explosión del gel hidroalcohólico.