El Servicio de Inteligencia de Corea del Sur alertó ayer de que las autoridades norcoreanas habrían intentado llevar a cabo un ataque cibernético contra la farmacéutica estadounidense Pfizer para obtener datos sobre el desarrollo de una vacuna contra la COVID-19 y un posible tratamiento.

Según la agencia de noticias Yonhap, Pyongyang habría tratado de hackear los servidores de la compañía para obtener información tecnológica, tal y como señalaron varios diputados. El líder del país, Kim Jong Un, insistió, no obstante, en que Corea del Norte, fuertemente aislada desde que cerró sus fronteras en enero para evitar una expansión del virus, no ha registrado casos de COVID-19 en su territorio. Sin embargo, el cierre de las fronteras ha aumentado la presión sobre su ya debilitada economía, objeto de sanciones internacionales.

El diputado surcoreano Ha Tae Keung sostiene que el régimen de Pyongyang “ha hecho uso de herramientas propias de la guerra cibernética”.