El área de sanitaria de A Coruña y Cee continúa siendo la más castigada de Galicia por la tercera ola de la pandemia de SARS-CoV-2, pese a que en la jornada de ayer disminuyó la cifra de nuevos positivos detectados, un total de 90, frente a los 110 del día anterior. Aún así, la demarcación coruñesa concentra más del 40% de los contagios en la comunidad gallega (208), según se desprende del balance diario del Servizo Galego de Saúde (Sergas). Y no solo eso. La evolución de los datos de los últimos días refleja una ralentización del descenso de las infecciones activas, pese a producirse casi 170 altas epidemiológicas: ayer eran 1.810, 80 menos que el sábado, cuando se contabilizaron 129 menos que el viernes.

De esos 1.810 pacientes con infección activa en el área coruñesa, 176 se encuentran hospitalizados. El edificio principal del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) es el centro que alberga a más enfermos con COVID en la demarcación sanitaria, 164: 34 están ingresados en unidades de críticos, y 130 en plantas convencionales. El resto de los pacientes se reparten entre el hospital HM Modelo, donde hay 2 enfermos con COVID en UCI y 6 en planta; el Quirón, con 2 en críticos y uno en planta; y el Virxe da Xunqueira de Cee, donde se recupera un paciente en hospitalización convencional.

El peor dato de la jornada de ayer fue, sin duda, el fallecimiento de otras cuatro personas en el área sanitaria coruñesa, que elevan a 542 las víctimas de la pandemia en la demarcación. Según informó la gerencia, todos los decesos se produjeron en la jornada del sábado. Los fallecidos son dos hombres de 59 y 74 años, y otras tantas mujeres, de 81 y 85, que se encontraban hospitalizados en el Chuac. Todos con patologías previas.

En los últimos días, y tras registrar un importante descenso en la incidencia acumulada de casos por cada cien mil habitantes a 14 días, los concellos del área sanitaria de A Coruña y Cee han estabilizado su registro de casos activos, con lo que parece difícil que la capital coruñesa pueda llegar a situarse por debajo de los 250 casos para cada 100.000 habitantes a 14 días esta semana, lo que le permitiría pasar a una franja menos restrictiva en una desescalada que preocupa a la Xunta.

En la comarca coruñesa, la ciudad de A Coruña registró en las últimas dos semanas 733 nuevos contagios de SARS-CoV-2, lo que se traduce en una incidencia acumulada (IA) a 14 días ligeramente inferior a los 300 casos por cada cien mil habitantes; en el mismo periodo, Abegondo y Bergondo contabilizaron menos de 10 nuevos positivos; Arteixo, sumó 91 contagios, y su incidencia acumulada es de 282; Cambre, 26 (IA de 105); Carral, 26 (406); Culleredo, 52 (171), Oleiros, 67 (186) y Sada, 29 (IA de 187).

Ya en la comarca betanceira, el municipio de Betanzos registró 19 nuevos casos (su IA es de 147). La mejoría de este concello, en los últimos días, es especialmente llamativa, ya que en su momento llegó a presentar la incidencia acumulada más elevada de toda el área sanitaria.

En este contexto, los últimos datos de CovidBens avisan de que los contagios de SARS-CoV-2 llevan días aumentando en la ciudad de A Coruña, desde antes del inicio de la desescalada. Este proyecto, realizado por la depuradora de EDAR Bens, analiza el rastro del virus en las aguas residuales de la urbe coruñesa y sus concellos limítrofes. Según los últimos datos (hasta el pasado día 24), la disminución de la presencia el virus en el área llevaba estancada desde aproximadamente la primera semana de febrero, y en los últimos días ha comenzado a aumentar ligeramente.

Los sanitarios piden “paciencia y prudencia”

“Nos jugamos mucho”, advertía el viernes en páginas de este diario el responsable de la UCI del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), David Freire Moar, de cara al inicio de la desescalada en Galicia de la tercera ola de la pandemia de SARS-CoV-2. “Paciencia y prudencia, mucha prudencia”, es la receta que nos prescribía este experimentado intensivista, quien recordaba que todavía hay un número elevado de pacientes con COVID en las unidades de críticos de Chuac. “Que se descontrolasen los contagios y hubiese una cuarta ola sobre la actual situación sería terrible”, alertaba.

El doctor Freire reconocía, además, que el personal sanitario ve “con algo de miedo” el alivio de las restricciones, e insistía: “Es fundamental mantener, y ser incluso más estrictos, con las medidas de protección individual: utilizar mascarilla, reunirse con el mínimo de no convivientes, respetar siempre los aforos en los espacios cerrados... Urge que seamos sumamente responsables”.