El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, reconoció ayer que la Xunta está “preocupada” por la evolución de la pandemia de SARS-CoV-2 en el área sanitaria de A Coruña, y especialmente en la ciudad y su entorno metropolitano, y que por eso mañana viernes se iniciará un nuevo cribado masivo en la urbe coruñesa, mediante test de saliva, al que estarán convocados los vecinos de entre 18 y 60 años.

Aunque la incidencia acumulada de contagios ha descendido en los últimos días, y por fin parece que, esta semana, la presión hospitalaria afloja en la demarcación coruñesa, los últimos datos publicados por el equipo CovidBens, que mide la carga viral en aguas residuales de los concellos de A Coruña y su área metropolitana, delatan un incremento de la presencia del SARS-CoV-2 en aguas fecales de la población desde el pasado 20 de febrero. Para la responsable del Servicio de Medicina Preventiva del área sanitaria coruñesa, María José Pereira, estos datos “no son halagüeños ni van a favor de la tranquilidad”, de ahí que sea “tan importante” llevar a cabo “estrategias de cribado como las que se están planeando”.

La doctora Pereira, miembro del comité clínico que asesora a la Xunta en la pandemia, considera “indudable” que la evolución del área sanitaria de A Coruña, y sobre todo de la ciudad, está siendo diferente a la del conjunto de Galicia ya “desde el pasado mes de agosto”, y se muestra convencida de que esto tiene que ver con “una serie de características intrínsecas” a su población y a la forma de relacionarse de sus ciudadanos, “que no pueden ser comparables” con territorios “menos poblados o con características etarias diferentes”.

“A Coruña tiene casi 250.000 habitantes distribuidos en menos de 40 kilómetros cuadrados. Somos una ciudad limitada, y con una densidad de población que no se puede comparar con ninguna otra urbe gallega, ni tan siquiera con Vigo. Esto influye claramente en la dinámica del virus, al igual que el hecho de que en los barrios coruñeses más densamente poblados, un porcentaje importante de vecinos se dedican al sector de los servicios y a los cuidados, y esto también favorece que haya una mayor circulación del SARS-CoV-2”, apunta la experta.

La responsable del Servicio de Medicina Preventiva del área sanitaria coruñesa sostiene que, en la ciudad de A Coruña, se están detectando contagios en entornos familiares, pero también en el ámbito laboral, y revela que, en la última semana, las franjas de edad con mayor incidencia de casos son las que van “de 15 a 29” y de “30 a 49 años”. “La población más activa, tanto a nivel social, como económico y laboral”, subraya. Por eso, la estrategia que están planteando, en la actualidad, es la de seguir los pasos del virus y conocer su presencia al detalle -incluso en "barrios, calles o bloques de edificios" concretos-, para tratar de ponerle cerco. “Buscar casos asintomáticos para frenar cadenas de contagios es vital, aún cuando baja la incidencia”, subraya.