La Agencia Europea del Medicamento (EMA) recomendó ayer “seguir administrando” la vacuna contra el COVID de AstraZeneca en la UE, después de que hasta nueve países europeos hayan decidido paralizar la vacunación totalmente o solo con algunos lotes del fármaco al detectarse problemas de coagulación en personas que se habían vacunado con ella.

Italia, Austria, Dinamarca, Noruega, Islandia, Estonia, Lituania, Letonia y Luxemburgo se encuentran entre los países europeos que decidieron suspender la inmunización con todas las dosis de AstraZeneca o solo con algún lote en concreto, a la espera de que el Comité de Evaluación de Riesgos de Farmacovigilancia (PRAC) de la EMA finalice su investigación sobre los casos reportados.

La voz de alarma la dio Austria, que retiró el pasado domingo el lote ABV5300 como medida de precaución tras la muerte de una persona diagnosticada con trombosis múltiple —formación de coágulos sanguíneos— y la enfermedad de otra coincidiendo con su vacunación. Por su parte, Italia, a través de la Agenzia Italiana del Farmaco (AIFA) emitió un comunicado ayer en el que anunciaba que como “precaución” prohibía suministrar un determinado lote, el ABV2856, que no coincide con el retirado por Austria el fin de semana. Italia reconoce que “hasta el momento no se ha establecido ningún nodo de causalidad tras el suministro de la vacuna y tales eventos adversos”.

Desde la EMA indicaron ayer que la revisión de eventos tromboembólicos con la vacuna AstraZeneca se “está realizando en el contexto de una señal de seguridad, bajo un cronograma acelerado”, al tratarse de un “evento adverso nuevo o incompletamente documentado que es potencialmente causado” por un medicamento o vacuna, y que justifica una mayor investigación. El PRAC, que se reunió ayer para revisar todos los casos de eventos tromboembólicos y otras afecciones relacionadas con coágulos, concluyó que, de momento, “no hay indicios de que la vacunación haya causado estas afecciones, que no se enumeran como efectos secundarios de esta vacuna”.

La EMA subrayó que está al tanto de que Dinamarca y otros países europeos han suspendido la vacunación con este fármaco como medida de precaución mientras se está llevando a cabo una investigación completa sobre los incidentes informados en la Unión Europea. “El número de eventos tromboembólicos en personas vacunadas no es mayor que el número observado en la población general”, asegura la EMA, que recibió hasta ayer la notificación de 30 casos de episodios similares entre cerca de 5 millones de personas vacunadas con el fármaco de AstraZeneca en la UE.

Por su parte, la Comisión de Salud Pública decidió ayer eliminar del orden del día el debate para administrar la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la compañía AstraZeneca a personas mayores de 55 años debido a los problemas que se han detectado en algunos países con una de las dosis administradas. Así lo anunció la ministra de Sanidad, Carolina Darias, durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso y después de que países como Austria o Dinamarca hayan suspendido la administración de las dosis de un lote tras detectarse casos graves de salud. “Estamos esperando las conclusiones de la Agencia del Medicamento por lo ocurrido en algunos países”, indicó.

Un asesor gallego de la OMS pide “calma” ante la situación

Federico Martinón-Torres,pediatra gallego y miembro del comité asesor de vacunas de la OMS, empleó ayer su cuenta de Twitter para solicitar “calma” ante el goteo de informaciones alrededor de la vacuna de AstraZeneca contra el COVID. Mediante un hilo reiteró que “ni la Agencia Europea del Medicamento, ni tampoco la Agencia Española del Medicamento, han encontrado ningún motivo de alerta. En concreto, el número de casos con tromboembolismo en el total de millones de vacunados en Europa con esta vacuna es el esperable”. Aclaró que si estos millones de personas no se hubieran vacunado “hubiese acontecido el mismo número de eventos tromboembólicos”. También indicó que “la mayoría de las veces lo que se produce son asociaciones temporales entre la vacunación y el supuesto efecto adverso en cuestión, lo que no significa causalidad”. “No obstante, desde el momento que surge cualquier alerta, se hace una investigación exhaustiva”, señaló. Asimismo, detalló que “cuando se paraliza el uso de un lote concreto de vacuna, es por la posibilidad de que por algún motivo no esté en buenas condiciones y eso sea la causa del efecto en cuestión”.