La historia ha vuelto a llamar a la puerta en el corazón de la Ribeira Sacra. La obras de restauración de la iglesia del Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, en el concello ourensano de Nogueira de Ramuín, han dejado a la luz restos de pinturas murales del siglo XV al XVI, “de una gran riqueza histórica y artística” afirman los expertos y de las que “apenas hay muestra similares en la diócesis”, asegura Luis Miguel Cuña, delegado Episcopal de Patrimonio.

Es el segundo hallazgo que se produce durante las obras de restauración de esta iglesia perteneciente a un enclave monacal mágico, después del que se produjo en diciembre del pasado año, cuando durante los trabajos de restauración de los relicarios, aparecieron en una bolsa de seda, cuatro anillos de los nueve anillos de los nueve obispos que fueron enterrados en los siglos X a XI en Santo Estevo, anillos considerados milagrosos y mágicos, pues durante siglos se le otorgaron poderes curativos. Unos anillos que investiga el CSIC.

En esta nueva entrega de sorpresas para los restauradores, las paredes del templo de Santo Estevo han vuelto a hablar, para mostrar después de siglos silenciados bajo capas de mortero, varios retazos de pinturas murales, desde un rostro de un posible monje, un ave, un escudo que simula está manchado con restos de sangre tras una hipotética batalla, detalles florales... Todos ellos signos de una pintura mural mucho más extensa, que el párroco de Santo Estevo, Xosé Xulio Rodríguez, definía ayer como “una catequesis visual” , lo que traducido al siglo XXI sería un cómic sacro del medievo que, a través de los muros de la iglesia, iba relatando la historia sagrada en murales, y escenas, a una feligresía que en su mayoría no sabía leer.

Según las primeras estimaciones del equipo técnico de restauradores, la obra es una pintura mural que podría datarse del siglo XV al XVI, este último “como muy tarde”, tiene unas dimensiones de 2,85 metros de alto por 2,80 de ancho a ambos lados del ábside. La técnica se cree que es de pintura mezzo fresco y está ubicada en el prebisterio de la mencionada Iglesia del Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil.

Pero “¿cómo salieron a la luz estas pinturas? Vania López, directora del Centro de Restauración San Martín que realiza las obras de esta iglesia, un templo románico, del siglo XII al XIII, perteneciente al antiguo monasterio, explica que las primeras pistas se produjeron tras el desmontaje de un relicario con restos óseos apareció una colorida policromía.