La Comisión de Salud Pública, en la que se encuentran representadas todas las comunidades y ciudades autónomas y el Ministerio de Sanidad, aprobó ayer la recomendación de cerrar el servicio en el interior de los locales de hostelería cuando las autonomías se encuentren en nivel de alerta alto o muy alto, es decir, con una incidencia superior a 150 y otros indicadores elevados como la ocupación hospitalaria, y extiende esta medida a las terrazas que tienen al menos tres paramentos y techo. Galicia votó en contra de este endurecimiento y anunció que no lo va a aplicar, por lo que, de momento, mantendrá el tope en 250 contagios por 100.000 habitantes.

Esta medida es una actualización de Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de COVID-19, conocido como “semáforo COVID-19”, documento que no se revisaba desde el 22 de octubre de 2020 y que mantiene cuatro niveles de alerta con diferentes medidas de actuación frente al coronavirus en función de la incidencia de contagios a 7 y 14 días por 100.000 habitantes, la positividad de las pruebas diagnósticas o el porcentaje de ocupación de camas hospitalarias y de cuidados intensivos. De acuerdo a esta nueva actualización, el interior de la restauración debería estar al 50% en los niveles más bajos de riesgo, lo que afectaría a todas las comunidades salvo Extremadura.

Exigencias más duras

Por otro lado, Navarra y País Vasco son las dos primeras comunidades autónomas que han decidido endurecer las medidas restrictivas de cara a la Semana Santa, entre las que se encuentra el cierre del interior de la hostelería, en el caso de Navarra, y de la reducción del horario de atención al público en el caso de los bares y restaurantes del País Vasco.

Por ahora, Galicia mantendrá las actuales restricciones, aunque el comité de expertos que asesora a la Xunta en la pandemia de SARS-CoV-2 podría tomar otras medidas a principios de la próxima semana, según la situación epidemiológica, aunque según Sanidade, se trataría de “pequeños ajustes”.

La consejera de Salud del Gobierno de Navarra, Santos Induráin, anunció ayer el cierre del interior de la hostelería a partir de la próxima semana y hasta el 8 de abril ante el incremento de casos de COVID-19 en la región. La consejera confío en que esta medida pueda entrar en vigor “lo antes posible, siempre antes del arranque de la Semana Santa, un periodo especialmente delicado”.

El interior de la hostelería, que hasta ahora tenía un aforo en el interior del 30%, quedaría cerrado, pero las terrazas podrán seguir abiertas al cien por cien. Las nuevas restricciones incluyen la reducción de aforos de las grandes superficies, que pasarán del 40% al 30%, y el cierre de bingos, salas de juego y salones recreativos.

Induráin justificó estas medidas ante la evolución de los casos de COVID-19 en Navarra. “Movilidad más interacción social es igual a más contagios y más impacto en el sistema hospitalario y los días que vienen son especialmente propicios para ello”, destacó.

El Gobierno navarro espera contener así el aumento de contagios, que ayer alcanzaron los 205, la cifra más alta desde principios de febrero, y la tasa de positividad asciende al 8,6%.

El Consejo Asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI), presidido por el lehendakari Iñigo Urkullu, ha decidido ordenar el confinamiento perimetral de los municipios y los territorios históricos que superen los 400 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Sin embargo, quienes hayan realizado una reserva de alojamiento antes del día 26 podrán desplazarse entre el 1 y el 11 de abril a la localidad donde tenían previsto pasar las vacaciones de Semana Santa.

Además, en los sitios que superen esta incidencia, los bares y restaurantes limitarán su horario de atención al público en el interior de sus locales a las siguientes franjas horarias de 06.30 a 09. 30 horas y de 13. 00 hasta las 16. 30 horas. Las nuevas restricciones también afectarán a los salones de juegos y apuestas, ya que sólo podrán prestar servicios de hostelería en su interior y en esas mismas franjas horarias.

Ante estas nuevas medidas, las tres asociaciones vascas de empresarios de hostelería anunciaron que presentarán conjuntamente un recurso de nulidad ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (Tsjpv). En principio, no tienen intención de pedir al Tsjpv medidas cautelares “por razones de plazo”, porque no llegarían a tiempo de hacerse efectivas para las fiestas de Semana Santa, dado que las nuevas normas no se publicarían en el Boletín Oficial del País Vasco antes del lunes y, hasta el martes, tampoco se difundirá la lista de municipios afectados.