Portugal notificó ayer 10 muertes y 365 nuevos casos de coronavirus, datos estables que siguen la tendencia de los últimos días y con los que el país afronta una Semana Santa clave para marcar el ritmo de su progresivo desconfinamiento. Según el último boletín de la Dirección General de Salud (DGS), en las últimas 24 horas suben ligeramente los decesos (fueron 8 el sábado) y los contagios (344 la última jornada).

Se registra también un repunte leve en el número de hospitalizados, que ascienden a 633 pacientes COVID (15 más que el día anterior), aunque se reduce el número de atendidos en cuidados intensivos (142, seis menos que el sábado).

Con estos números, Portugal afronta una Semana Santa que será clave para determinar el ritmo de su plan de desescalada, que arrancó el pasado día 15 tras dos meses de confinamiento estricto. Con diez millones de habitantes, el país vecino suma 16.837 muertes y 820.407 contagios desde que empezó la pandemia.