La Comisión Permanente para la Vacunación en Alemania (Stiko) ha recomendado la administración de la vacuna AstraZeneca contra el coronavirus solo para los mayores de 60 años, cuestión que abordaron anoche la canciller alemana, Angela Merkel, y los poderes regionales.

La recomendación se fundamenta en “datos existentes sobre efectos secundarios que son raros, pero graves”, comunicó este departamento, adscrito al Instituto Robert Koch (RKI) de virología, competente en la materia en el país. Esos efectos pueden manifestarse entre cuatro y 16 días después de haber sido administrada una dosis entre personas de menos de 60 años.

Merkel mantuvo ayer una reunión con su ministro de Sanidad, Jens Spahn, y los líderes regionales para abordar la situación creada, después de que varios estados federados —entre ellos, el gobierno regional de Berlín— suspendieran la administración de esa vacuna contra el COVID a menores de 60 años.

La propia Merkel se había pronunciado en contra de una nueva convocatoria con los Länder ante la televisión pública ARD, el pasado fin de semana, donde criticó abiertamente que algunos poderes regionales no aplicasen con el rigor preciso, a su juicio, las restricciones previamente consensuadas.

La convocatoria de ayer se concretó después de que las autoridades sanitarias de la ciudad-estado de Berlín, así como las de Múnich, las de Brandeburgo, el Land que rodea la capital, y el de Renania del Norte-Westfalia (oeste), anunciaran la suspensión de la vacuna de AstraZeneca a los menores de 60 años.

Dilek Kalayci, el responsable de Sanidad del gobierno regional de Berlín, se avanzó a sus colegas de otros Länder en esa decisión, que justificó por la existencia de nuevos datos sobre efectos secundarios del preparado.

Uno de los grandes hospitales de Berlín, Charité, explicó en un comunicado que, “aunque no ha habido complicaciones ahí tras las vacunaciones con Astrazeneca”, quería actuar como precaución y esperar las “evaluaciones finales”

A esa decisión siguió otra similar del grupo de clínicas Vivantes, donde han sido vacunados con el suero de la farmacéutica anglosueca “varios miles” de sus trabajadores, según medios locales.

Según informó el diario Tagesspiegel, en Charité están empleadas unas 19.000 personas, mientras que las clínicas Vivantes —que además gestionan residencias para la tercera edad— emplean a unas 17.000. La fuente informó, además, de que en Charité han sido vacunados dos tercios del personal, el 70% de ellos con la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford.

Según el semanario Der Spiegel, el Instituto Paul-Ehrlich, centro de referencia para la vacunación en Alemania, ha detectado 31 casos de trombosis en personas que recibieron la vacuna de AstraZeneca, nueve de las cuales fallecieron. El instituto añadió que todos los demás casos de trombosis venosa sinusal se refieren a mujeres con edades comprendidas entre los 20 y los 63 años.

La vacunación con AstraZeneca fue suspendida temporalmente en Alemania durante unas semanas, por dudas sobre sus efectos secundarios, pero se reanudó el 19 de marzo. Según datos del RKI, han recibido esa vacuna unos 2,7 millones de personas. En total, en Alemania han sido vacunadas con dos dosis 3.877.914 personas —lo que representa un 4,7% de la población total del país— mientras que 9.001.925 (el 10,8 %) han recibido al menos una.