La Agencia Europea del Medicamento (EMA) subrayó ayer que “no ha cambiado” su posición durante la investigación en marcha de los casos raros de tromboembolismos en pacientes que habían recibido la vacuna del COVID-19 de AstraZeneca, y mantiene que el beneficio “supera” el riesgo de este fármaco.

La directora ejecutiva, Emer Cooke, explicó que la EMA convocó el pasado lunes a un grupo de expertos independientes en una variedad de especialidades médicas, incluidos hematólogos, neurólogos y epidemiólogos, que discutieron “aspectos específicos” de los eventos de tromboembolismo detectados.

Sin embargo, estos expertos no han podido identificar factores de riesgo subyacentes del fármaco, mecanismos fisiológicos o datos concretos para caracterizar mejor los casos observados y el riesgo potencial de la vacuna en los casos “muy raros” de coagulación sanguínea inusual como los detectados ya en personas vacunadas con AstraZeneca.