Tras un Viernes Santo en el que subieron tanto el número de contagios como la presión hospitalaria en Galicia, la incidencia del COVID volvió a ralentizarse ayer, ayudada por el puente y el fin de semana, momentos en los que casi siempre se diagnostican menos casos. Los datos del Sergas revelan un descenso en todos los parámetros. La comunidad gallega contaba ayer con 2.223 casos activos, 83 menos que el viernes y los contagios diarios bajaron también de 154 a 108. Se notificaron otras tres muertes por coronavirus en Santiago y Pontevedra, con lo que las víctimas mortales desde el inicio de la pandemia ascienden a 2.347.

La tendencia a la baja en casi todos los parámetros también se traslada a A Coruña, el área con más incidencia, pero también la que más la reduce en términos absolutos. La demarcación contaba ayer con 719 (-33) casos tras sumar 23 contagios (18 por PCR) cuando el viernes fueron 41, y tras ofrecer 56 altas. El número de PCR realizadas bajó a más de la mitad: de 1.535 a735.

El Concello de A Coruña sumó 310 positivos en los últimos 14 días, con lo que su incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes baja hasta los 125, un nivel que le permitirá ahondar la próxima semana en su desescalada. Arteixo detectó 12 en el mismo tiempo, Oleiros, 33; Sada, 13; Betanzos, entre 1 y 9, Culleredo, 36 y Cambre, 27.

Salvo en el caso de Pontevedra, todas las áreas gallegas redujeron o estabilizaron ayer su número de contagios diarios, no así los casos activos porque se mueven en cifras tan bajas que cualquier cambio les hace crecer. Vigo tenía ayer 605 casos activos (-16) tras detectar 20 positivos (-23) por PCR, Santiago se quedaba en 283 (+9) tras 19 contagios (+1), Pontevedra tenía 230 (-8) tras 20 contagios (+9), Ourense, 144 (-7) tras seis positivos (-7), Lugo 139 (-23) tras cinco (-9) y Ferrol 103 (-5) tras dos (-1).

Los hospitales gallegos vivieron ayer una jornada de estabilidad y transición. Había 210 hospitalizados (uno menos que el viernes), de los que 180 (-1) estaban en planta y 30 en UCI. Hay varias demarcaciones a punto de quedarse sin pacientes en unidades de críticos como Santiago y Ourense. En A Coruña son 79 (+1) los hospitalizados, de los que 66 (+2) se encuentran en planta y 13 (-1) en UCI.

Por su parte, según los datos facilitados ayer por Política Social, las residencias de mayores de la comunidad permanecían sin casos de coronavirus por tercer día consecutivo entre sus usuarios después de que recibiesen el alta once residentes de la Coviastec de Silleda.

En concreto, se registran solo dos trabajadores de residencias de mayores contagiados, uno correspondiente a la residencia Coviastec de Silleda y otro de la de Oleiros. En los centros de atención a la discapacidad no hay ningún usuario ni trabajador infectado.

Esta situación se produce después de que, durante la tercera ola del coronavirus, las residencias gallegas registrasen un pico de usuarios contagiados, 466. Esto ocurrió el 24 de enero, un día antes de cumplirse los siete días necesarios desde la administración de la segunda dosis de la vacuna para generar inmunidad, dado que este proceso arrancó de forma generalizada el 18 de enero.

Nuevo cribado poblacional en Carral

La Xunta convoca a unos 2.300 vecinos de Carral de entre 18 y 60 años a un cribado que empezará hoy y que se prolongará hasta el próximo martes. El método de detección serán pruebas PCR y el lugar a donde deben acudir en tiempo y hora todos los citados vía SMS es el centro de salud de la localidad.

Carral ha sumado 15 casos en los últimos 14 días. Su censo era de 6.473 personas, según el INE de 2020, con lo que su incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes es de algo más de 231, cerca del nivel máximo de situación y de restricciones que marca la Xunta.

Sala de espera exterior en Culleredo para la vacunación


El Concello de Culleredo habilitó ayer una sala de espera exterior en el centro de salud de Acea de Ama con el objetivo de evitar posibles aglomeraciones durante la vacunación a mayores de 80 años y tras los problemas registrados en este ambulatorio el pasado miércoles cuando hubo retrasos en la administración de la inyección. Esta sala de espera está formada por dos carpas y sillas alineadas —a la distancia que marca el protocolo AntiCOVID— con el fin de evitar aglomeraciones mientras se espera por la vacuna. Desde el Concello recuerdan de todos modos que hay que acudir a vacunarse a la hora marcada y no antes para una elevada presencia de personas en el centro.