Una semana después del final de la Semana Santa, repunta la presión hospitalaria en Galicia, con cinco pacientes más, hasta el total de 172 personas ingresadas. Esto se produce en la tercera jornada consecutiva en la que subió, aunque ligeramente, la cifra de casos activos de la enfermedad, que se sitúan en los 2.305. Las hospitalizaciones aumentaron tanto en planta —147, cinco más— como en las unidades de cuidados intensivos —27, dos más—.

En cuanto a los casos activos, tras los ascensos de las dos jornadas anteriores, los datos de ayer vuelven a reflejar un pequeño incremento hasta el total de 2.305 —19 más—. Esto se debe a que los nuevos diagnósticos superaron a las altas en 24 horas. No obstante, descendieron a 174 los contagios detectados a través de cualquier tipo de prueba —157 confirmados con PCR— en el último día, después de que el sábado superasen la barrera de los 200.

Resto de España

En el resto de España, el empeoramiento de los datos de contagios por COVID en Cataluña, que está ya en puertas de la cuarta ola, así como los peores registros en el País Vasco, que podría perimetrar la ciudad de Bilbao y la provincia de Gipúzcoa, cierran el primer fin de semana tras la Semana Santa.

También en la Comunidad de Madrid la cifra de muertes diarias por COVID prácticamente se duplicó ayer, al registrarse 28 frente a los 16 comunicados el sábado, mientras que sigue al alza la presión hospitalaria (están ingresadas 2.010 personas frente a las 1.907 de la víspera), si bien hay un leve descenso de los hospitalizados en las UCI (482 frente a los 487 de ayer).

En Cataluña, la comunidad que más preocupa, todos los indicadores epidemiológicos empeoran: la velocidad de propagación del virus, que había ido a la baja, vuelve a crecer (de 0,87 a 0,91), el riesgo de rebrote va al alza (suma 13 puntos, hasta 226), y la incidencia acumulada de casos por cada 100.000 habitantes a 14 días sube 3 puntos sobre la víspera, a 246.