Todo empezó con la denuncia de una mujer que relataba haber sido obligada a realizar las tareas domésticas en tanga. Pero el caso fue adquiriendo poco a poco mayores proporciones: las de una trama en la que hasta siete mujeres sudamericanas que respondieron a un anuncio para trabajar como asistentas de hogar en un piso de la ciudad de Vigo para un matrimonio con una hija acabaron siendo víctimas de las perversiones sexuales de la pareja.

Pues este caso descubierto en 2019 escribió ayer su último capítulo judicial. Lo hizo en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra donde, tras el acuerdo de conformidad alcanzado entre las acusaciones y la defensa, el tribunal dictó sentencia in voce en la sala: tras aceptarlo ella previamente, Mónica Yahimar Q.P., fue condenada en firme a 9 años de cárcel.

Su marido también debería haberse sentado en el banquillo, pero no estuvo porque falleció tras lanzarse al vacío desde la ventana de su casa en pleno registro policial, cuando todo salió a la luz. La condenada, que ya estaba en prisión provisional, se enfrentaba a peticiones de hasta 52 años de cárcel, por lo que la conformidad supone una notable rebaja en la pena. Finalmente se la ha sentenciado por diez delitos: junto a ser considerada cooperadora necesaria de su marido en los seis delitos de carácter sexual, se la condena por trata de seres humanos, coacciones, maltrato y contra los derechos de los trabajadores. En total, 9 años de cárcel, órdenes de alejamiento con respecto a las víctimas y 180 euros de multa. Como responsabilidad civil, debe indemnizar con 1.000 euros a cinco de las mujeres que cayeron en esta trama —a cada una de ellas— y con 6.000 a otras dos.

Mónica, en connivencia con su marido, ejecutó un plan que tenía como fin satisfacer sus deseos sexuales y los de su esposo: el de captar a mujeres sudamericanas con gran vulnerabilidad económica a las que ofrecían trabajo como empleadas de hogar.