Cuando la Consellería de Educación anunció su propuesta de adelantar los exámenes de recuperación de ESO y de 1º de Bachillerato y de 1º de FP Básica a junio a partir del próximo curso, enumeró varios beneficios para alumnos y familias, como que “se incrementan las posibilidades de recuperación al tener más recientes los contenidos” o que “inician las vacaciones con la certeza del centro de destino”. Pero no ha convencido a los progenitores de la pública.

Tanto desde Confapa Galicia como desde la Confederación Anpas Galegas se rebelaban ayer contra la posibilidad, que tachan de “desatino”, y lamentan que un tema “social” se debata en una mesa sectorial. Abogan por ser escuchadas en el debate y no tener que salir a la calle y apelan a la “responsabilidad” de los sindicatos y de sus representados para que manifiesten “en contra de una medida lesiva para su alumnado”. No obstante, el debate en la mesa sectorial con los sindicatos se producirá hoy.

Desde la Confederación de Anpas Galegas sostienen que no van a “consentir que por comodidad administrativa se prive” a sus hijos “de una convocatoria y de una posibilidad de avance”. Entienden que una segunda evaluación a partir del 22 de junio “es un puro disparate, un desatino sin lógica, que solo sirve para la comodidad administrativa de los centros educativos y para incidir aún más en el abandono de aquel alumnado que precisa más atención y más recursos”.

Advierten de que las familias no van a “permitir” que se les retire a sus hijos un “derecho”, el de la segunda convocatoria, que “marca la diferencia entre superar o no superar un curso académico”. Con todo, se declaran partidarios de un debate sobre el calendario, pero con expertos y padres y “todas” las opciones abiertas y “en los despachos”, “no en las calles”.

Desde Confapa Galicia también manifiestan su “más enérgico rechazo” a la posibilidad de adelantar la convocatoria extraordinaria. Estos progenitores, que se ven como invitados de piedra a un debate que les afecta, cuestionan que la propuesta de la Xunta incluya esta evaluación “en los días lectivos”. Eso supondría, dicen, para quienes no superan materias, “la atropellada preparación de las pruebas extraordinarias en un tiempo récord” y tras una tercera evaluación, “sin tiempo material ni fuerzas para acometer” la tarea. Creen que la propuesta “en absoluto beneficiará” a los alumnos, que es “pedagógicamente nefasta y que solo redundará en un porcentaje aún mayor al ya asfixiante abandono escolar actual”.

La reforma del calendario se abordará en la mesa sectorial de hoy. Ayer la Xunta informó de las 1.604 plazas en las oposiciones de enseñanza de 2021. El documento presentado a los sindicatos incluye 1.372 para atender la reposición de efectivos: 652 en el cuerpo de maestros, 692 para el de secundaria, 20 para escuelas oficiales de idiomas y 8 para artes plásticas y diseño. El resto de la oferta es de promoción interna: 230 para el cuerpo de profesores de secundaria y otras 2 para artes plásticas y diseño.

Asimismo, según trasladan desde la CIG, Educación les entregó un listado del profesorado interino actual en el que constan 5.711 personas con contrato de interinidad por curso completo a 13 de octubre de 2020. Estas cifras incluirían, apuntan, 1.350 docentes que la Xunta identifica como “plazas COVID”, de forma” que la cifra “ordinaria” de personal interino sería de 4.360 docentes. Asimismo, la Consellería cuenta con que la OPE de 2020 que se hará este año y que asciende a 2.276 plazas reduciría el total de interinidades en unas 2.085.

Por otro lado, ante la denuncia desde sindicatos como CIG o Anpe de que la Consellería deniegue “por sistema” los permisos por asuntos propios y las reducciones de jornada en ciertas especialidades “sin estudiar las casuísticas concretas de cada caso”, Educación insiste en que no hay personal en las listas, pero “intentarán analizar los casos”, informa la CIG.