Nuevo crimen machista, esta vez en la localidad valenciana de Sagunto, donde un hombre de 60 años y con una orden de alejamiento en vigor, asesinó a su mujer, de la misma edad. Tras degollarla con un cuchillo de grandes dimensiones, el asesino se quitó la vida arrojándose desde una ventana de un cuarto piso a un patio interior cuando agentes de la Policía Local se encontraban a punto de acceder al interior del inmueble.

Los hechos ocurrieron a las 20.30 horas del domingo en un domicilio de Sagunto, donde residía la víctima. La pareja, con una hija en común, no convivía desde que hace unos diez días la mujer interpusiera una de denuncia por malos tratos. El Juzgado de Instrucción número uno de Sagunto, encargado de violencia contra la mujer, acordó una medida de alejamiento, pero la víctima no estaba calificada de riesgo alto.

Una vecina alertó al teléfono 112 informando de que había escuchado gritos de socorro. “Me he asomado al deslunado y he preguntado y nadie me ha contestado, por eso enseguida he llamado a la policía”, explicó esta testigo.

Hasta el lugar acudieron inmediatamente varias patrullas de la Policía Local de Sagunto y del Cuerpo Nacional de Policía, así como varias ambulancias, aunque el personal sanitario no pudo hacer nada por ninguno de los dos. La mujer presentaba un corte en el cuello mortal de necesidad y otras lesiones por arma blanca, mientras que su agresor murió como consecuencia de la caída desde una altura de cuatro pisos, cuando saltó antes de ser detenido por los efectivos policiales.

Fuentes policiales confirmaron que existía una orden de alejamiento que prohibía al autor de este crimen machista aproximarse y comunicarse con su víctima, medida que habría incumplido para cometer su delito. La Policía Nacional estaba siguiendo el caso de protección hacia la víctima tras la denuncia de malos tratos. Además, según adelantó Levante-EMV en su edición digital, había acudido apenas unos días antes, el pasado viernes, al Servicio de la Mujer del Ayuntamiento de Sagunto pidiendo ayuda.

Cuando los policías llegaron al domicilio, tras recibir el aviso del 112, se encontraron la puerta cerrada y contactaron con la hija de la pareja para que les abriera. No obstante, antes de que pudieran acceder al interior, el asesino machista se quitó la vida saltando desde una ventana que da a un deslunado interior, cayendo justo al lado de uno de los policías. Cuando llegó la hija, ya había ocurrido la tragedia, y tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios al sufrir una crisis de ansiedad.