Desde ayer, todos los locales de hostelería, y no solo los restaurantes, pueden abrir hasta la una de la madrugada, pero eso sí para “dar exclusivamente cenas”, según la orden publicada ayer en el Diario Oficial de Galicia (DOG).

La entrada en vigor estaba prevista para hoy, pero se adelantó a la noche del viernes para evitar la confusión legal y que no quedase una hora muerta, entre las 23.00 horas, cuando los locales deberían cerrar, y las 00.00, en que en teoría podrían volver a reabrir.

Aunque el cierre sea a la 1, los clientes podrán acceder solo hasta las 00.00 horas, a partir de esa hora no se puede atender a nuevos usuarios, solo a los que ya estén dentro. En cambio, la recogida en el local y la entrega a domicilio sí que se benefician del máximo horario posible. “En todo caso, se evitarán aglomeraciones y se controlará que consumidores y empleados mantengan la distancia de seguridad establecida”, puntualiza la orden.

La idea general es que cumplan los mismos requisitos que han asumido los negocios con licencia de restaurante: cita previa, registro de los clientes y obligación de disponer de medidores de CO2. Los locales deben garantizar la correcta ventilación del local, que será objetivada mediante el uso de dispositivos de medición de CO2, los cuales deberán contar con una pantalla que muestre los niveles de CO2 en tiempo real en un área visible para los usuarios. Estos dispositivos deben llevar la marca CE.

La ubicación del medidor debe cumplir con las instrucciones técnicas aplicables y tener en cuenta el tamaño y la forma del espacio, sus entradas de aire y el flujo de ventilación. No deben colocarse cerca de ventanas, puertas u otros puntos de ventilación.