La crisis sanitaria ha puesto de relevancia la importancia de la telemedicina y la necesidad de digitalizar la atención sanitaria para mantener la atención a los pacientes de forma remota para minimizar los riesgos de contagio. Para facilitar esto, SDG Group, multinacional de analítica de datos, ha desarrollado Docdot, una aplicación asistida por inteligencia artificial (IA) que permite a los médicos detectar síntomas de COVID-19 y otras afecciones de forma remota en tan solo 45 segundos. “Esta tecnología permite extraer unos bioindicadores de manera eficaz y equiparable a la de un equipamiento hospitalario”, asegura el gallego Antonio Torrado, socio ejecutivo de la compañía, que prepara su aterrizaje en Galicia. Esta innovación será presentará en el XIV Foro de Interacción Matemática Industria que se celebrará el próximo viernes en el Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Citic) de la Universidade da Coruña (UDC).

¿Cómo surge Docdot?

Cuando estalló la crisis sanitaria, y ante la gran indeterminación que provocó, nos preguntamos qué soluciones innovadoras podíamos desarrollar que pudieran ayudar en esta situación y rápidamente nos pusimos a trabajar en esta aplicación. Tras mucho trabajo y no pocas dificultades, podemos anunciar esta IA, que en estos momentos se está pilotando en un servicio de salud de Brasil y en una gran aseguradora europea. En 2020 fue declarada como una de las 10 innovaciones de inteligencia artificial para salud por Forbes y la OMS también la está promocionando como una de sus innovaciones en IA para la Salud.

¿Cómo funciona?

La tecnología consiste en utilizar la cámara del teléfono móvil para, detectando los pequeños patrones y microvariaciones de la luz que refleja la propia piel, extraer una serie de bioindicadores como el ritmo respiratorio, el ritmo cardiaco, su variación, y la saturación de oxígeno de manera igual de eficaz que con un equipamiento hospitalario. La saturación de oxígeno en sangre, por ejemplo, es un bioindicador muy relevante en el COVID-19, por lo que esta aplicación se podría emplear en el diagnóstico y seguimiento de pacientes con esta enfermedad simplemente con la cámara del móvil y en 45 segundos. Es una manera de poder hacer el seguimiento de estos pacientes con una tecnología muy poco invasiva-intrusiva, por lo que se puede repetir de forma continua sin que tengan que ir a un centro de salud o a un hospital. Su uso no está ligado solo a COVID, sino que puede emplearse en el seguimiento de pacientes con enfermedades respiratorio donde hay depresión respiratoria y también puede tener usos no clínicos en telesalud y telemedicina.

La pandemia ha acelerado la digitalización. ¿Era previsible el salto que ha experimentado?

El COVID-19 nos ha acelerado a todos digitalmente y a la medicina también. Era más o menos plausible que el uso de la inteligencia artificial a través de un dispositivo móvil, que está muy democratizado, y que tiene todo el mundo, podría empoderar esa digitalización del proceso médico, y en ese momento era una idea que también encajaba por esa necesidad de evitar movimientos y de llegar más lejos y de manera más masiva con menos costes.

¿La inteligencia artificial es algo ya imparable en sanidad?

Existe no solo una gran expectativa desde hace muchos años en cómo la inteligencia artificial y las técnicas de inteligencia artificial pueden empoderar y acelerar los beneficios para la salud tanto pública como la sanidad en general y la medicina predictiva. La inteligencia artificial es una herramienta poderosísima para poder acelerar esto. De hecho, existen muchos proyectos y plataformas muy relevantes, incluso tecnología también en España, que han dado grandes pasos, aunque también queda mucho por hacer. El COVID ha permitido hacer una aceleración y creo que también nos va a permitir saltar barreras. El aspecto normativo puede a veces limitar la velocidad a la que se hace uso ventajoso de estas tecnologías. Dicho lo cual, este cambio implica hacerlo con mucha responsabilidad para no dar pasos en falso. Sería muy grave hacer avances sin las debidas cautelas y el nivel de exigencia debidos. La inteligencia artificial puede aumentar los beneficios, pero también pueden aumentar los efectos perniciosos o no esperados, y los algoritmos tienen una característica a tener muy en cuenta en este sentido: no se mueren.

¿La pandemia ha servido también para que la gente le pierda miedo a la inteligencia artificial?

Yo creo que consumimos más inteligencia artificial de la que nos damos cuenta, forma parte de nuestro día a día sin que tengamos que hacer un ejercicio de enjuiciamiento. Incluso muchos productos que consumimos ya vienen con elementos de inteligencia artificial sin que podamos optar a ella. Es decir, consumimos plataformas de música, de cultura... que tienen recomendaciones y esto está teniendo una influencia en lo que nos gusta y en lo que somos. Según las generaciones, existe una asimilación sin que haya un proceso cognitivo claro de aceptación. Como casi todas las tecnologías que hemos visto desde los albores de la humanidad, la inteligencia artificial tiene tantas oportunidades como peligros, y hay que ser muy conscientes de ello y utilizarlas adecuadamente para el progreso de la sociedad.

¿Por qué eligió Galicia SDG Group para abrir un centro de excelencia?

En pleno COVID, decidimos apostar por Galicia para la creación de un centro de excelencia y en los últimos meses hemos cerrado colaboraciones con las tres universidades de Galicia, centros tecnológicos y algunas empresas de innovación. Queremos que en los próximos diez años esta comunidad sea uno de los pilares de nuestra compañía en cuanto al talento de profesionales. Seguramente algo tenga que ver conmigo, que soy gallego, pero es mucho más. Tengo una firme convicción de que Galicia es un territorio que tiene una red de universidades muy potente, referentes en matemáticas, analítica aplicada, etcétera que son una fuente de generación de talento, y también una red muy interesante de centros de investigación que han elevado esta disciplina en Galicia. De hecho, algunos están elaborando grados formales, de los primeros en España, asociados a data y analytics. Galicia tiene un ecosistema que la hace muy atractiva.