La respuesta de las navieras al levantamiento el pasado lunes de la prohibición de los cruceros internacionales en España, en vigor desde hace más de un año por la pandemia del COVID-19, ha sido inmediata, y algunas ya han incluido puertos españoles en sus itinerarios por el Mediterráneo de este verano. El fin de la prohibición viene acompañado por una serie de medidas que deben cumplir los cruceros como no superar el 70-75% del aforo máximo; evitar que duerman más de dos tripulantes en el mismo camarote o establecer grupos, con horarios diferentes de comida, embarque y desembarque, además de que los pasajeros deben presentar una PCR o una prueba de antígenos negativas antes de subir a bordo, según la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), se trata de un protocolo “evidentemente exigente como nosotros queremos que sea”, pero en línea con las directrices europeas que han seguido muchos países como base para establecer su normativa.

Su director para España, Alfredo Serrano, señaló a Efe que el sector llevaba pidiendo mucho tiempo el levantamiento de la prohibición en el sentido de que se diera una fecha para ello, a fin de que las navieras pudieran actualizar sus planes.

Por otra parte, el Gobierno ha prorrogado hasta el 22 de junio las restricciones de los vuelos entre Brasil y Sudáfrica y los aeropuertos españoles, con el fin de limitar la propagación y el contagio de las nuevas variantes del coronavirus, según publicó ayer el Boletín Oficial del Estado (BOE).