“Con ganas”, así fueron ayer miles de coruñeses nacidos en 1971 a Expocoruña. Tras las puertas del recinto ferial estaban los sanitarios, dispuestos a inocular 6.979 vacunas de Jannsen. Muchos de ellos, ayer por la mañana, admitían que ni siquiera se habían planteado no acudir a la cita. No solo por ellos, porque esta vacuna monodosis les garantiza la inmunización contra el coronavirus, sino porque es también una acción en favor del colectivo. El Sergas, que ayer envió al hospital de Cee se 464 viales, también de Jannsen, indica que la respuesta de los coruñeses ronda el 85%. Es decir, que más de ocho de cada diez personas que reciben el mensaje para ser vacunados, acuden a la cita.

Esa gran respuesta a la vacunación explica las largas colas que ayer por la mañana se podían ver en el recinto ferial, incluso desde antes de las nueve de la mañana, cuando los sanitarios empezaban su jornada de vacunación masiva a los coruñeses nacidos en 1971, es decir, a los que ahora tienen cincuenta años o están a punto de cumplirlos.

En la fila se pusieron también los doce integrantes de la tripulación de un barco. Entre los que ayer se vacunaron en Expocoruña había muchas ganas y pocas dudas. Para todos los consultados por este diario, la vacunación supone una oportunidad para ir volviendo poco a poco a la normalidad que conocían antes de marzo de 2020 y de dejar atrás la distancia social, con el tiempo, también la mascarilla, y poder recuperar los besos y los abrazos.

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Colas en Expocoruña para vacunar a los nacidos en 1971 Carlos Pardellas

Algunos de los que estaban ayer en la fila esperando su turno de vacunación confesaban que eran ya casi los últimos de su entorno pendientes de recibir la vacuna, salvo los que conviven con menores, ya que ellos tendrán que esperar. y es que, por ahora, les toca a los que están entre los cincuenta y los cuarenta años, una parte muy importante de la población, ya que forman parte todavía del baby boom español. Para hoy, el Sergas ha citado a 6.103 personas en el recinto ferial para inocularles viales de Pfizer.

A pesar de que casi todos los citados nacieron en el mismo año y de que muchos comparten A Coruña como lugar de nacimiento, no se escuchaban ayer voces de reencuentro —al menos durante la mañana—, sino silencio y alguna que otra conversación por el móvil. Para algunos, como para José Manuel García, que acudió acompañado de su hermana, recibir la vacuna era casi un trámite, no fue con especial ilusión, pero tampoco quiso quedarse en casa. Su hermana Rocío, nacida en 1991 sí que espera con impaciencia el momento en el que la avisen para recibir su vacuna.

“Estaba deseando que me llamasen para vacunarme”

Carolina Pousada, nacida en 1971

Carolina Pousada. Carlos Pardellas

“En el momento en el que me avisaron, ya tenía claro que iba a venir”, confesaba ayer Carolina Pousada, en la cola del recinto ferial, porque “estaba deseando” que la llamasen y poder ir cerrando este capítulo de su vida, marcado por las mascarillas, la distancia social y el confinamiento. No se planteó dejar pasar la cita en ningún momento.

“Lo mejor es que nos tocó la de Jannsen y es solo una dosis”

Nuria García, nacida en 1971

Nuria García. Carlos Pardellas

Para Nuria García, el hecho de que la vacuna que se dispensase ayer fuese la monodosis de Jannsen supuso una alegría añadida a la recepción del mensaje que le decía que ya tenía cita para vacunarse. “Es una dosis y ya nos vamos para casa listas”, comentaba ayer con su compañera de fila. “Que sea la de Jannsen es lo mejor”, apuntaba.

“Es una cuestión de responsabilidad social y no personal”

Gustavo Robleda, nacido en 1971

Gustavo Robleda. Carlos Pardellas

“No es que venga con ganas, pero es una cosa que hay que hacer. y punto, no hay más que pensar. No me planteo otra opción, porque es una cuestión no solo propia sino de terceros. Es un tema de responsabilidad social”, relataba ayer Gustavo Robleda, cuya pareja está todavía sin vacunar, aunque esperando “con más ganas” que él a que la citen.

“Soy casi la última de mi casa en vacunarme”

Nicola Everett, nacida en 1971

Nicola Everett. Carlos Pardellas

Nicola Everett es enfermera de profesión, aunque, como no ejerce, tuvo que esperar hasta ayer para que le inoculasen la vacuna, ya que nació en 1971. “Ahora ya tenía ganas de que me llamasen. Soy la última de mi casa en vacunarme, salvo los adolescentes, que también tienen que esperar”, comentaba ayer, mientras estaba en la fila.