El parlamento portugués aprobó el miércoles el proyecto de ley que renueva por otros 90 días la obligación de usar mascarillas en espacios públicos, una medida que entró en vigor el pasado 28 de octubre y que terminaba el 13 de este mes. Esta es la tercera vez que se renueva la medida a lo largo de la pandemia.

Con esta prórroga se mantienen también las multas, que pueden llegar a ser de entre 100 y 500 euros para aquellas personas que no hagan uso de la mascarilla en espacios públicos. La norma especifica además que es el obligatorio el uso de mascarilla (no valen pantallas) para los mayores de 10 años en el acceso, circulación o permanencia en espacios y vías públicas siempre que el distanciamiento físico recomendado por las autoridades de salud no se puedan cumplir.

Al igual que España, Portugal también se encuentra en desescalada, con relajación de medidas. No obstante, los ayuntamientos de Lisboa, Braga, Odemira y Vale de Cambra seguirán con medidas estrictas: teletrabajo; cierre de los restaurantes a las 22.30 horas y no más de seis personas juntas en el interior en restaurantes, cafés y pastelerías.