El 15 de enero de 2020 es la fecha que los investigadores sitúan como data de la muerte violenta de la ourensana Nerea Añel Vázquez, que tenía 26 años. El hombre que era su pareja entonces, Julio G. S., en prisión por otras causas —tiene cerca de cuarenta detenciones en su historial, problemas legales desde la adolescencia y múltiples antecedentes por hurtos y robos, pero también por violencia de género— compareció ayer como investigado por homicidio de la joven ante la magistrada que esclarece los delitos machistas de Ourense, Eva Armesto, quien asumió esta causa tras inhibirse a su favor otro magistrado instructor, Luis Doval.

El sospechoso, en el foco de la Policía desde que se conoció la desaparición en enero de 2020, se acogió a su derecho a no declarar, tanto en la comisaría como en el juzgado. Sin embargo, durante la reconstrucción efectuada el lunes en las inmediaciones de un motel de Barbadás donde estuvo la pareja justo antes de la desaparición, Julio G. S. manifestó que tras abandonar el alojamiento juntos tomaron poco después caminos diferentes, al ver que se aproximaba un coche de la Guardia Civil y temer ser detenido por el robo de una cartera a un taxista. Su versión en esa diligencia, con la que la Policía quiso acreditar su hipótesis, es que Nerea Añel desanduvo sus pasos y se dirigió de nuevo hacia el motel, mientras que él siguió y, tras cruzar la carretera, se encaminó hacia el polígono.

Asegura que s asustó al ver que se acercaba un coche patrulla, se tiró al suelo y Nerea —según el investigado durante la reconstrucción— regresó hacia el alojamiento hotelero. La impresión de Julio G. S. es que había sido detenida. En cambio, la comisaría de Ourense considera que “la reconstrucción de los hechos en la mañana del lunes fue esclarecedora al objeto de reafirmar su relación con la comisión del hecho”.

El 13 de septiembre de 2020, los restos óseos de la joven ourensana fueron localizados en el cauce seco de un riachuelo, en el pueblo abandonado de Muíños, a una distancia aproximada de medio kilómetro del motel, en el municipio de Barbadás. Por la zona próxima al alojamiento se había organizado un rastreo con perros y drones tras la desaparición, pero no dio resultados. La Policía cree que el cuerpo estaba oculto por el cauce del riachuelo, que en las épocas de precipitaciones suele llevar caudal suficiente.

Al tratarse de un sospechoso que ya está en prisión, Julio G. S. no estuvo detenido —si bien pasó la noche en los calabozos de comisaría— sino que fue trasladado como investigado desde el centro penitenciario de Pereiro, para prestar declaración por el presunto homicidio. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) indicaba que todavía está “pendiente de precisar, a lo largo de la instrucción” si la muerte violenta fue cometida “con dolo”, es decir, de forma violenta, o por una imprudencia. El fiscal Julián Pardinas, delegado en la provincia de Ourense contra la violencia de género, solicitó prisión provisional para Julio G. por esta causa.

“Quiero justicia, que la muerte de mi hija sirva para que no le pase a otras mujeres”

Belén Vázquez Domínguez estuvo por última vez con su hija Nerea Añel en la cena de Reyes de 2020 y, cuando desapareció y se encadenaban los días sin noticias, la madre ya no tuvo dudas de que la ausencia de su hija de 26 años no era voluntaria. “Mi impresión es que la engañaron y se la llevaron; o eso o me la mataron”, sostenía meses después. Ahora, sus peores sospechas se ven confirmadas por la investigación policial. “Es una mezcla de alegría, de pena y de tristeza”, subrayaba ayer Belén Vázquez sobre su sensación cuando el lunes por la mañana un inspector de la Policía Nacional de Ourense le comunicó el avance en el caso. “Siempre estuve luchando para que no me lo archivaran, y la verdad han trabajado mucho”, reconoce la madre de la joven. Representada por el abogado Jorge Temes, ejercerá la acusación particular en la causa. “Quiero que se haga justicia, que la muerte de mi hija no sea en vano y sirva para que no les pase a otras mujeres”, expresa Belén. “Sí es violencia machista”, afirma la madre de la joven asesinada. “Siempre sospeché de esa persona, lo tenía claro desde el minuto uno. Mantenían una relación sentimental, yo solo lo conocí una vez, cuando me lo presentó como su pareja”, indica la madre. La policía también puso el foco en el entonces novio de Nerea desde el principio.