El verano, que ha comenzado este lunes a las 5:32 hora oficial peninsular, estará acompañado en su inicio por los planetas Júpiter y Saturno, y a lo largo de la estación se darán cuatro fases de luna llena, la primera de ellas será visible en su totalidad el jueves próximo. 

La primera luna llena del verano llegará el 24 de junio y las siguientes, alrededor de unos 30 días después, brillarán en el cielo nocturno el 24 de julio, el 22 de agosto y, la última, el 21 de septiembre. 

El verano durará 93 días y 15 horas y terminará el 22 de septiembre con el comienzo del otoño, según el Observatorio Astronómico, que también precisa, que este lunes 21 de junio será el día de mayor duración -tiempo transcurrido entre la salida y la puesta del Sol en un lugar dado- y el 27 de junio el día que el Sol se pondrá más tarde. 

Las lluvias de meteoros alcanzarán su máximo ritmo con las Delta Acuáridas -30 de julio- y las populares Perseidas -12 de agosto-, y en cuanto a las agrupaciones ficticias de estrellas conocidas como constelaciones destacará en el cielo estival la espectacular franja blanquecina de la Vía Láctea. 

Por la noche, surgirán las estrellas más brillantes, como "el triángulo de verano" formado por Altair de la constelación del Águila, Deneb de la constelación del Cisne y Vega de la constelación de La Lira, mientras que alrededor de la estrella Polar, se verán las constelaciones de Casiopea, Cefeo, el Cisne, el Dragón y las dos Osas. 

También serán visibles de este a oeste, Pegaso, el Águila, la Coronal Boreal y la Cabellera de Berenice y cerca del horizonte aparecerán a lo largo de la noche algunas de las constelaciones zodiacales, de la Virgen a Acuario, esta última ya casi al amanecer. 

Un verano un poco más caluroso

El verano dejará un ambiente de mucho calor en todo el país, sobre todo cuanto más al sur peninsular, y con respecto a las lluvias se espera que sea, en general, normal.

El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén Del Campo, explicó la semana pasada que el escenario más probable es que la temperatura media del verano esté, al menos, 0,5 grados por encima de lo normal en la Península y Baleares.

Esta situación de previsión de mucho calor para los próximos tres meses enlaza con la tendencia del verano de 2020, que fue muy cálido, con temperaturas más altas de lo normal por sexto año consecutivo, según datos de Aemet, que también han observado que nueve de los diez veranos más cálidos desde 1965 han tenido lugar en el siglo XXI.

En cuanto a las precipitaciones para la estación veraniega, el escenario más probable señala que será seco en casi todo el territorio y con algo menos de precipitación de lo habitual en el noroeste peninsular.

La primavera 2021 (1 de marzo al 31 de mayo de 2021) ha tenido un carácter cálido, con una temperatura media sobre la España peninsular de 12,5 grados, es decir 0,4 grados por encima de la media de esta estación; ha sido la vigésima primavera más cálida desde 1961 y la duodécima más cálida del siglo XXI. 

La primavera ha sido en su conjunto muy seca en cuanto a precipitaciones, con una media sobre España peninsular de 114,5 litros por metro cuadrado, valor que representa el 67 % del valor normal del trimestre. 

"Se ha tratado de la cuarta primavera más seca desde el comienzo de la serie en 1961, y la segunda del siglo XXI", ha explicado el portavoz. Sin embargo, en Europa la estación primaveral ha finalizado como la cuarta más fría desde 1998.