Le llaman El Tuvi. David Soler, de 30 años, mató a la joven Wafaa Sebbah —tal y como él declaró a los agentes que lo detuvieron—,desaparecida en Carcaixent (Valencia) en noviembre de 2019 y cuyo cadáver fue localizado en el interior del pozo de una finca rural de la localidad. Soler expresó a los Guardias Civiles su alivio al ser detenido: “Menos mal que me habéis cogido. Soy un peligro ahí fuera”.

De este modo lo recoge El Periódico, del mismo grupo que este diario, que asegura que en el momento de la detención del hombre, de 30 años, se encontraba su madre, sorprendida ante la presencia de las autoridades. Fue el propio Soler el que indicó a los agentes dónde se encontraba el cuerpo de la joven, en el fondo de un pozo de 15 metros de profundidad.

Guardia Civil y UCO trabajan para recabar pistas que demuestren que fue un crimen sexual y que la joven, además, fue torturada ya que fueron localizados seis balines en el cadáver que prueba que recibió disparos con un rifle de aire comprimido. Durante la recuperación del cuerpo, el forense ya detectó un primer balín, pero sus compañeros recuperaron cinco más durante las primeras horas del estudio del cuerpo en el Instituto de Medicina Legal (IML) de València.

Los agentes siguen buscando más pruebas, un proceso lento y complicado ya que el cadáver se encuentra en un mal estado de conservación tras transcurrir 18 meses del asesinato y por encontrarse entre agua y lodo.

Agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) y otros dos del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) volvieron a acceder hasta el fondo del pozo para grabar con cámaras subacuáticas todo el interior, una vez reposada el agua tras la intervención de días atrás.

Además de los balines, también fueron encontrados restos óseos y ropa. Esta última será clave para que los forenses puedan establecer si sufrió una agresión sexual por parte del joven, cuyo hermano Juan S.O. y de 36 años cumple prisión por asesinar a una pareja eslovaca.