La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que África se está enfrentando a un “rápido aumento” de infectados en su tercera ola de la pandemia de COVID con casos que “se extienden más rápidamente y se prevé que pronto superen el pico de la segunda ola que el continente presenció a principios de este año 2021”.

Según los datos del organismo sanitario internacional de Naciones Unidas, los casos han aumentado durante cinco semanas consecutivas desde el inicio de la tercera ola el 3 de mayo. Hasta el 20 de junio, día 48 de la nueva ola, África había registrado alrededor de 474.000 nuevos casos, un aumento del 21% en comparación con los primeros 48 días de la segunda ola. “Al ritmo actual de infecciones, la oleada en curso va a superar a la anterior a principios de julio”, alertan.

En concreto, la pandemia está resurgiendo en doce países africanos. “Una combinación de factores, como la escasa observancia de las medidas de salud pública, el aumento de la interacción social y los desplazamientos, así como la propagación de variantes, están impulsando el nuevo aumento”, justifica la OMS. En la República Democrática del Congo (RDC) y Uganda, que están experimentando un resurgimiento de casos, se ha detectado la variante delta, identificada por primera vez en la India, en la mayoría de las muestras secuenciadas en el último mes. En toda África, la variante se ha notificado ya en 14 países.

“La tercera ola se está acelerando, se está extendiendo más rápido y está golpeando más fuerte. Con el rápido aumento del número de casos y el incremento de los informes de enfermedades graves, la última oleada amenaza con ser la peor de África hasta la fecha. África todavía puede contrarrestar el impacto de este rápido aumento de las infecciones, pero la oportunidad se está cerrando. Todo el mundo, en todas partes, puede poner su granito de arena tomando precauciones para prevenir la transmisión”, señaló la directora regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para África, Matshidiso Moeti.

En consecuencia, la OMS está desplegando más expertos en algunos de los países más afectados, como Uganda y Zambia, y apoyando a los laboratorios regionales con sede en Sudáfrica para que vigilen las variantes preocupantes. La Organización Mundial de la Salud también está impulsando el apoyo tecnológico innovador a otros laboratorios de la región sin capacidad de secuenciación para vigilar mejor la evolución del virus. En los próximos seis meses, el organismo internacional se propone multiplicar por ocho o por diez las muestras secuenciadas cada mes en los países de África meridional.

El aumento de COVID se produce mientras persiste la escasez de suministro de vacunas. Dieciocho países africanos han utilizado más del 80% de sus suministros de vacunas a través de Covax, y ocho han agotado sus existencias. Veintinueve países han administrado más de la mitad de sus suministros. A pesar de estos avances, sin embargo, apenas algo más del 1% de la población africana ha sido vacunada en su totalidad contra el coronavirus. A nivel mundial, se han administrado alrededor de 2.700 millones de dosis, de las cuales algo menos del 1,5% se han administrado en el continente africano.