Un análisis de dos ensayos liderados por la Universidad de Oxford evidencia que la vacuna de AstraZeneca induce mejores respuestas inmunitarias tras un intervalo de segunda dosis de hasta 45 semanas o tras una tercera dosis de refuerzo. Los resultados, publicados por la universidad británica en el servidor de preimpresión de The Lancet, muestran que los niveles de anticuerpos se mantienen elevados con respecto al nivel inicial durante al menos un año después de una única dosis.

Un intervalo ampliado entre la primera y la segunda dosis de hasta 45 semanas, dio lugar a un aumento de hasta 18 veces en la respuesta de anticuerpos, medida 28 días después de la segunda dosis. Con un intervalo de dosificación de 45 semanas entre la primera y la segunda dosis, los títulos de anticuerpos fueron cuatro veces mayores que con un intervalo de doce semanas, lo que demuestra que un intervalo de dosificación más largo “no es perjudicial, sino que puede derivar en una inmunidad más fuerte”, indican desde Oxford.

Además, una tercera dosis administrada al menos seis meses después de la segunda dosis multiplicó por seis los niveles de anticuerpos y mantuvo la respuesta de las células T. Una tercera dosis también dio lugar a una mayor actividad neutralizadora contra las variantes alfa, beta y delta.

“Esto debería ser una noticia tranquilizadora para los países con menos suministros de la vacuna, que pueden estar preocupados por los retrasos en poner las segundas dosis”, señalan los autores.